Los saqueos aumentan por la inseguridad
Los habitantes de la isla San Martín padecen hambre y sed
San Martín.-
“Tengo hambre y sed”. Una embarazada se abalanza llorando sobre la botella y el paquete de almendras que le entregan delante de un camión lleno de víveres en un lugar de reparto instalado en la isla caribeña de San Martín para las víctimas del huracán Irma.
Eran muchos y estaban extenuados. Delante de la fila, la Cruz Roja formaba un cordón de seguridad para contener la presión de las personas. “Son alimentos que provienen de la reserva de una empresa y luego pasará un camión de agua”, afirma Joachim, encargado de la distribución de víveres.
En el contenedor, los bomberos se pasaban los productos para repartirlos. Otros estaban pendientes de la muchedumbre en busca de los más débiles, los ancianos, las embarazadas y los niños. Ellos eran prioritarios. Repartieron productos frescos, como huevos, pollo y leche.
Sandrine esperaba desde las 07:45. Tenía sed y calor. “Ni siquiera hay agua, ¿cómo vamos a hacer? No me queda nada en casa”. Mientras hablaba le saltaban las lágrimas. Una amiga a su lado la abrazaba: “todo se arreglará, nos vamos a ayudar los unos a los otros”.
Una hora más tarde, en el lugar del reparto, la fila disminuyó y el contenedor estaba casi vacío. Todos los que esperaron recibieron víveres y se fueron con una sonrisa, dando las gracias por la comida. Pero se marcharon sin agua.
El pasado 6 de septiembre, el huracán Irma dañó o destruyó hasta el 70% de los edificios de la isla caribeña de San Martín. Además, muchos residentes se quedaron aislados por la interrupción de casi todas las comunicaciones y en peligro por la falta de orden público.
En las calles se acumularon la basura y los escombros y en las gasolineras se formaron largas colas. Los residentes se agrupaban en los pocos inmuebles que quedaron indemnes y trataban de acostumbrarse a la casi completa oscuridad que imperaba.
En el lugar, la gente era ajena a los anuncios del presidente francés, Emmanuel Macron, quien llegó el martes a la isla, donde fijó como prioridad el restablecimiento de la seguridad tras los saqueos. Para él, lo prioritario era proveer comida y sobre todo, el agua potable.
La devastación provocada por el huracán en San Martín era “peor que cualquier zona de guerra” y está “más allá de lo que cualquiera pueda imaginar”, dijo el rey Guillermo Alejandro de Holanda en una visita a la isla holandesa en el Caribe.
Por su parte, cientos de turistas trataban de salir de San Martín y decenas de ellos hacían colas a la entrada del aeropuerto Princesa Juliana, de cuyo letrero solo quedaron cinco grandes letras.
“No podemos dormir en paz a causa de los ladrones”, explicó Yovanny Roque, mientras que una ciudadana francesa que pasó una noche bajo los restos de una casa destruida confirmó que pernoctaba “con una pistola”.
Pocos días después de sufrir esta desgracia, San Martín podría volver a ser golpeada a finales de esta semana por el huracán José. (I)
El presidente de Francia, Emmanuel Macron (centro), saluda a los residentes entre los edificios destruidos en la isla caribeña de San Martín. Foto: AFP
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Cuba solicita pronta ayuda humanitaria
Tras el paso del huracán Irma, el pasado fin de semana, Cuba estableció sus prioridades de recuperación, entre estas resaltan los servicios de electricidad, agua y el reinicio del curso escolar, informó el gobierno de ese país. Irma dejó 10 fallecidos en la isla.
La embajada de Ecuador, en Quito, compartió un listado de elementos que son prioridad en este momento y que servirán para mitigar lo que destruyó el huracán.
Las donaciones son receptadas en las calles Mercurio 365, entre La Razón y El Vengador, en Quito.
Se requieren elementos de techo (módulos completos de techo incluyendo soportes y fijaciones), puntillas y clavos (2 a 4 pulgadas), puertas y ventanas, cables eléctricos, luminarias, colchones personales y cameros, toallas y sábanas. Además, mantas impermeables para techos (con sus imprimates), tejas de zinc de 3mx1m, vidrio blanco de 6 mm, falso techo, escayola, melamina de 6 mm, empotramiento hidráulico, muebles, sanitarios fregaderos y griferías, pinturas, revestimiento de pisos y paredes módulos eléctricos con mecanismos y accesorios.
Cabe recordar que Irma causó ‘severos daños’ en las termoeléctricas cubanas, sobre todo en la ‘Antonio Guiteras’ de Matanzas, que demoran el restablecimiento de los servicios de electricidad y agua.
La mayoría de la isla aún está en fase de “recuperación” de los daños de Irma, que recorrió la costa norte de este a oeste durante 72 horas con vientos de huracán, fuertes lluvias y penetraciones marinas en ambas costas, pues su radio de acción fue mayor que el ancho de Cuba. (I)