Los estadounidenses se preguntan si ya es el momento de un presidente mormón
Con dos aspirantes republicanos que se confiesan mormones, Mitt Romney y John Huntsman, los estadounidenses comienzan a preguntarse si ha llegado el momento de que el país elija a un presidente de ese credo autóctono, considerado por sus detractores como una "secta".
Los mormones, por lo general muy familiares y conservadores, se definen a sí mismos como cristianos y se muestran orgullosos de su credo, nacido en el corazón de Estados Unidos, pero mal conocido del resto de sus compatriotas.
Según un estudio del Foro sobre Religión y Vida Pública del Centro Pew publicado hoy, los fieles de la llamada "Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días", principal iglesia dentro de este movimiento religioso, no se sienten comprendidos.
De acuerdo con la encuesta, el 68 por ciento de los mormones opina que no se les considera parte de la cultura y la vida dominantes de Estados Unidos, y el 60 por ciento cree que la mayoría de los estadounidenses está mal informada acerca de la fe mormona.
El origen de este grupo religioso se sitúa en la primera mitad del siglo XIX, en los territorios de lo que hoy es el estado de Utah, y arranca con la predicación del visionario Joseph Smith.
Creen en la Biblia, y en el libro de Mormón, siguen el ejemplo de Jesucristo y creen que Dios habla directamente y responde a sus hijos.
Si los resultados de la elección primaria del martes pasado en Nuevo Hampshire sirven de guía, los votantes republicanos no parecen poner reparos a la fe mormona: Romney recibió allí el 31 % del voto de protestantes evangélicos.
Además, Romney y Huntsman sumados obtuvieron el 62 % del voto de los católicos de Nuevo Hampshire, donde los candidatos que se profesan católicos, Newt Gingrich y Rick Santorum, recibieron el 11 % y el 8 % respectivamente.
La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días congrega a poco más del 2 % de las personas que profesan una fe religiosa en Estados Unidos.
Frente a ello, las diversas iglesias protestantes suman al 52 % de los creyentes, y la Iglesia Católica al 25 %.
El 46 por ciento de los consultados en el estudio de Pew indicó que hay mucha discriminación contra los mormones, y el 54 por ciento opinó que las representaciones de los mormones que se hacen en la televisión o en las películas perjudican su imagen.
Los mormones en su mayoría piensan que los cristianos evangélicos -que forman parte del segmento más conservador y militante en el Partido Republicano este año- son hostiles hacia ellos.
Pero el 63 por ciento de los mormones encuestados por Pew cree que está aumentando la aceptación general de su fe en Estados Unidos.
Otra encuesta de Pew había encontrado que casi la mitad de los cristianos evangélicos cree que la fe mormona no es cristiana.
Las diferencias doctrinarias son profundas: nueve de cada diez mormones cree que el Libro de Mormón fue escrito por profetas de la antigüedad, y que el líder de su iglesia es un profeta. Los mormones asimismo creen que Dios Padre y Jesucristo son seres separados, lo cual choca con la interpretación cristiana de la Trinidad.
No obstante lo cual el telepredicador Franklin Graham -hijo del superastro evangélico Billy Graham- dijo recientemente a la Red de Radiodifusión Cristiana que el hecho de que Mitt Romney sea mormón no me molesta lo más mínimo.
Otro televangélico, Joel Osteen, dijo que él cree que los mormones son cristianos.
Pero para el internet-predicador Bill Keller esas opiniones favorables sólo revelan intereses políticos: "Cuando alguien como Graham va a la televisión y dice que no tiene problemas en votar por un mormón como Romney, y Osteen dice que los mormones son cristianos, es evidente que ponen la política por delante del alma eterna del hombre", dijo.