Millares de cristianos se manifestaron ayer en Pakistán tras el ataque contra una iglesia cristiana en Peshawar, en el noroeste del país, que  el domingo dejó 81 muertos.

Las protestas, que ocurrieron en varias ciudades de Pakistán, entre ellas Karachi, Islamabad, Lahore y Faisalabad, se produjeron al día siguiente del doble ataque suicida contra la Iglesia de Todos los Santos de Peshawar, que causó también más de 130 heridos.

El ataque, que fue reivindicado por los talibanes pakistaníes, ha sido el más mortífero contra la pequeña minoría cristiana de Pakistán.

Frente a la Iglesia de Todos los Santos, un centenar de personas se congregó el lunes de mañana para lanzar consignas contra la violencia y reclamando justicia y una mejor protección.

Los manifestantes denunciaron al gobierno por su incapacidad de proteger a los cristianos, que representan el 2% de la población de este país de 180 millones de habitantes, en su mayoría musulmanes. En Islamabad, más de 600 manifestantes bloquearon ayer  la principal autopista durante varias horas. (AFP)