Los argentinos quieren alargar la era Kirchner cuatro años más
El resultado electoral parece estar cantado en los comicios de hoy en Argentina. Las encuestas apuntan a que la actual mandataria Cristina Fernández de Kirchner (2007-2011) obtendrá más del 50% de los votos de los 28,6 millones de votantes que se estima irán a las urnas instaladas en 86.000 mesas electorales.
La presidenta, del peronista Frente para la Victoria (FpV), competirá con otros seis candidatos, entre ellos el socialista Hermes Binner, gobernador de la central provincia de Santa Fe y quien ocuparía el segundo lugar, aunque quedaría por debajo del 17 % de los votos, de acuerdo con los sondeos.
Le siguen el radical Alfonsín, con una acentuada caída en las preferencias de los sufragantes; los peronistas disidentes Alberto Rodríguez Saá -gobernador de San Luis- y el ex presidente Eduardo Duhalde; la diputada Elisa Carrió, de Coalición Cívica; y Jorge Altamira, del Frente de Izquierda y los Trabajadores.
Rosendo Fraga, director del Centro de Estudios Unión para la Nueva Mayoría, afirma a El Telégrafo que los comicios están decididos y Cristina Fernández obtendrá entre tres y cuatro veces los votos de quien salga segundo. “Todos los sondeos publicados dan cuenta de que superará el 50% obtenido en la preelección del 14 de agosto”, asegura.
El analista político argentino añade que las proyecciones le adjudican entre 52 y 58%, con lo cual sería la mejor elección presidencial registrada desde el reestablecimiento de la democracia en 1983. El candidato de la coalición de centro-izquierda (Binner) quedará en segundo lugar, superando probablemente el 15% y siendo quien más aumente sus votos, pronostica Fraga.
En las elecciones obligatorias, cuya campaña electoral fue muy apagada, los argentinos también elegirán a 130 diputados nacionales, 24 senadores y gobernadores de nueve provincias, a lo que el director de Nueva Mayoría acota que en la provincia de Buenos Aires Daniel Scioli se acercaría al 60% para gobernador y en segundo lugar quedaría Francisco de Narváez, posiblemente creciendo algo y superando el 20%.
Fraga considera que, aunque la oposición trata de dar importancia a la elección para el Congreso, el oficialismo tendrá amplia mayoría en ambas cámaras. “Es que no sólo obtendrá los legisladores propios, sino que se sumarán algunos provenientes de otros sectores y en particular del peronismo disidente”, agrega.
Pero, ¿cuáles serían las razones por la que Cristina Fernández ganaría de nuevo las elecciones presidenciales y en primera vuelta?
En una entrevista desde Buenos Aires, el presidente del Laboratorio de Políticas Públicas de Buenos Aires, Gabriel Puricelli, manifiesta que la Presidenta tiene algunas armas que le ayudarán a llegar de nuevo al sillón de Rivadavia.
Lo primero que destaca Puricelli es que Argentina tiene actualmente una economía en crecimiento, con alto nivel de empleo y relativa paz social (sobre todo comparada con las convulsiones en el sur de Europa, que tienen gran cobertura de prensa en Argentina), lo que configura un escenario muy favorable.
En su discurso de cierre de campaña, la Mandataria informó que la tasa de desempleo en su país bajó en el tercer trimestre del año al 7,2%, 0,3 puntos porcentuales por debajo del nivel registrado en igual período de 2010. La tasa de desempleo del segundo trimestre fue del 7,3%, en tanto que la del tercer trimestre de 2010 fue del 7,5%.
Argentina registró un máximo de desempleo del 24,1% en el segundo trimestre de 2002, luego del estallido de una de las peores crisis económicas, políticas y sociales que ha vivido la nación sudamericana.
El representante del Laboratorio de Políticas Públicas suma otra razón por la que, probablemente, Fernández llegará a la presidencia: que el Partido Justicialista (PJ, peronista) tiene una base electoral que nunca está por debajo de un tercio del electorado, se trata de condiciones ideales para la reelección de una figura de ese nucleamiento.
A esto le suma las ayudas sociales, como el acceso a la jubilación de cientos de miles de personas que no podían acceder al sistema por no haber aportado las contribuciones previstas por la ley (por haber estado empleados en negro o ser desempleados de largo plazo), precisa tras añadir las asignaciones para la niñez y por embarazo que han provisto un “modestísimo ingreso a personas que estaban a ambos lados de la frontera de la indigencia”.
Para el próximo año, el presupuesto de Argentina será de aproximadamente 67 mil millones de pesos, o 15.800 millones de dólares. Alejandro Colle, director de la consultora Sintagma de Buenos Aires, analiza a El Telégrafo que, sin embargo, las cifras siempre resultan superiores, porque el presupuesto subestima crecimiento, lo que luego se traduce en mayores ingresos que puede distribuir el Ejecutivo a discreción. “El tema es complejo porque abarca subsidios a la energía, al transporte, a combustibles, a granos. Además hay planes sociales que van por otro carril”, resalta.
Los analistas consultados destacan también otros motivos que hacen que Cristina Fernández de Kichner golpee a todo el arco opositor y quede en primer lugar.
Mario Diament, director de la Escuela de Posgrado de Periodismo y Medios de Comunicación de la Universidad Internacional de Florida, quien prevé que Fernández puede ganar en primera vuelta, asegura que otra de las razones es porque no hay una oposición fuerte y, además, porque la que formalmente existe no ha logrado unirse ni articular una propuesta relevante.
El también columnista del diario argentino La Nación señala a El Telégrafo que, por otra parte, su país está pasando por un período muy bueno en materia de crecimiento económico y que no necesariamente son el resultado de una política específica sino porque el precio de la soja que ha sido muy favorable le ha permitido un crecimiento muy significativo y “la gente no pide votar contra la economía”. “Esto es una descripción de por qué va a ganar Fernández. Pero, por otra parte, ha habido insinuaciones de una posibilidad de que se reforme la Constitución permitiendo su tercer mandato, un mandato indefinido, y como es posible que haya un control absoluto en el Congreso, esto también sería muy peligroso”, advierte.
Diament considera que la oposición argentina en este momento o, desde hace un buen rato, es “extremada y peligrosamente mediocre, y no se ha unido, entre otras cosas, porque unidos no representan nada”. “Pero no es que mañana se unen dos candidatos y significa necesariamente que aportan sus fuerzas, porque esta fuerza no existe, lo que existe en la Argentina de hoy es un país kirchnerista y otro antikirchnerista”, enfatiza.
El escritor argentino Marcos Aguinis, conocedor de política nacional e internacional, coincide con Diament al mencionar que es muy difícil que algún candidato de la oposición pueda forzar una segunda vuelta. “La oposición está demasiado fragmentada y no tuvo la capacidad de unirse en torno a un programa común”, indica.
Para el autor de Liova corre hacia el poder, ya no se sabe qué es el peronismo. Como todo movimiento populista -dice- se acomoda sin pudor a cada circunstancia, por lo tanto, va a izquierda, derecha o centro según la ocasión.
“Sólo anhela acumular poder y dinero, que son los dos factores que lo movilizan. Claro: poder y dinero para unos pocos, mientras a la mayoría se la mantiene subyugada con limosnas a manos llenas, que jamás disminuyen la pobreza de forma sustantiva”, resalta.
Aguinis opina que el peronismo es “populismo”, y los disidentes no revelan un abandono claro de esa postura; entre las demás fuerzas, crece el socialismo democrático encabezado por Hermes Binner. Y es justamente Binner, gobernador de Santa Fe, quien posiblemente sea la sorpresa en estos comicios debido a que podría quedar en segundo lugar, pese a que lanzó su candidatura hace pocos meses.
El ex embajador de Argentina en Naciones Unidas y director de la revista Agenda Internacional, Emilio Cárdenas, analiza que en el tablero electoral en segundo lugar está el candidato presidencial por el Frente Amplio Socialista (FAS) que tiene el 15% de la intención del voto.
Cárdenas precisa a este diario que Binner, previo a su candidatura presidencial, solo ha actuado en la esfera provincial y desde allí ha saltado al escenario nacional.
Por eso es sorpresivo -acota Cárdenas- que un recién llegado como Binner esté en segundo lugar, mientras que candidatos como Carrió, Duhalde o el propio Rodríguez Saá, que tienen una larga actuación política, hayan buscado la Presidencia de la nación hasta ahora sin éxito. “La oposición está atomizada, y esta es la muestra más evidente de su debilitamiento”, recalca el analista.
La única excepción
Ahora lo cierto es que nunca ha habido una oposición demasiado fuerte, la única excepción ocurrió en la provincia de Buenos Aires cuando Francisco de Narváez le ganó en las elecciones legislativas de 2009 al fallecido ex presidente Néstor Kirchner (2003-2007), esposo de la actual Presidenta, dice Cárdenas.
Pero existe una teoría que ha circulado entre medios nacionales e internacionales de que la viudez de Fernández es otra de sus armas. La mandataria perdió a su pareja el 27 de octubre del año pasado.
Gabriel Puricelli, del Laboratorio de Políticas Públicas de Buenos Aires, analiza que la popularidad de la Presidenta ya estaba en alza (después de un bajón pronunciado en 2008-2009) cuando falleció su marido Néstor Kirchner. “La ola de simpatía que se despertó después de su muerte le ha dado un empuje adicional, pero Cristina se encaminaba de todos modos a un muy probable triunfo antes de ella”, señala Puricelli.
Mario Diament, en cambio, opina que sí le sirve llorar ocasionalmente en los discursos, porque los argentinos son sentimentales, pero no cree que sea un factor que determine su triunfo. “Gana porque el país está económicamente bien de alguna manera, no quiero decir que demasiado bien, hay un mar de fondo en la economía argentina que en algún momento se va a rebelar, pero la economía crece y no existe oposición”, añade.
Para el escritor Marcos Aguinis, la Presidenta ha utilizado su condición de viuda como “recurso demagógico”. Además, resalta que la desaparición de Néstor Kirchner la ha beneficiado porque su prepotencia y agresividad ya tenía cansada a la ciudadanía. “Cristina fue aconsejada para orientarse hacia un discurso más dulce. Pero ese discurso no es sincero, lamentablemente”, acota.
Pero, ¿hacia dónde se encaminará el nuevo gobierno de Cristina Fernández si es que gana de nuevo la Primera Magistratura?
Emilio Cárdenas manifiesta que es difícil decirlo, porque la Mandataria ha anunciado lo que se llama la estatización del modelo, “lo que debe interpretarse como más de lo mismo”, es decir más subsidios, más precios controlados, más proteccionismo y menos apuesta al libre mercado. “Pero lo cierto es que si hay la segunda recesión en el mundo, ese discurso va a tener que adaptarse a la realidad”, destaca.
El director del Centro de Estudios Unión para la Nueva Mayoría, Rosendo Fraga, manifiesta que el régimen buscará avanzar en el conflicto con los medios, pero al igual que Cárdenas opina que la economía es la cuestión que ocupará el lugar central. El Gobierno -agrega- ya asume que la economía se desacelerará en el segundo semestre de 2012, pero mantiene la proyección del dólar en 4,40 para el año próximo, lo que es motivo de crítica por parte de la oposición, junto con la proyección oficial de inflación que no llega al 10%.
Con un triunfo categórico hoy y una economía más difícil en los próximos meses, la pregunta es -recalca Fraga- “¿quién logrará transformarse en eje de la oposición?”.