El gobierno de Enrique Peña Nieto ratificó su mayoría legislativa en las elecciones intermedias de México, comicios que dejan dudas sobre la legitimidad real del resultado porque el abstencionismo fue mayor al 50%, el más alto en la historia del país.

Según datos preliminares que serán oficiales mañana, este 7 de junio participó el 46% del total de 83,5 millones de votantes convocados a las urnas y el 5% votó en blanco.

El descontento con el gobierno y la clase política, el rechazo a la corrupción y las secuelas del caso Ayotzinapa que sigue impune son algunas de las razones que explican la incredulidad de la ciudadanía. Esa sería la clave para entender cómo un país que tres años atrás salió a votar, ahora participó un 20% menos que entonces (la asistencia a las urnas bajó de 63% a 46%).

A ello se suma la indignación de sectores estudiantiles y magisteriales, que impidieron la instalación de 603 casillas y protagonizaron incidentes sobre todo en los estados de Oaxaca, Chiapas, Guerrero y Michoacán. Allí boicotearon los comicios, confiscaron mesas y quemaron papeletas electorales.

Lea también: Morena es la primera fuerza política de izquierda en el Distrito Federal

Las protestas terminaron en violencia y enfrentamientos en algunas regiones de Oaxaca y en la montaña de Guerrero. En Tlapa de Comonfort, la Policía Federal arrestó a 15 maestros y los docentes respondieron con la retención de 35 agentes para intercambiarlos como prisioneros. En la noche los federales irrumpieron con gases y balas de goma en la colonia Tepeyac, con un saldo de varios heridos y una persona fallecida, confirmó el secretario de gobierno, David Cienfuegos.

En la jornada democrática hubo tanquetas y patrullas en las calles. Gendarmes, marinos y miembros del Ejército se ubicaron en frente de las mesas de votación para resguardar el orden. Algunos sectores del país fueron militarizados por el gobierno que eligió esa política ante las amenazas de protesta social y una campaña que dejó al menos 20 candidatos y operadores políticos asesinados. Incluso este domingo, un militante del oficialista Partido Revolucionario Institucional (PRI) fue ultimado a balazos en las calles del Estado de México cuando realizaba proselitismo.

Al término de las votaciones, el presidente Peña Nieto emitió un videomensaje, de cuatro minutos, en el cual destacó que “la democracia avanza” en el país. Señaló también que de acuerdo con los resultados, “siguen adelante” las reformas estructurales que ha impulsado su gobierno.

Los resultados preliminares difundidos por el Instituto Nacional Electoral (INE) indican que el PRI ganó 4 gubernaturas (Guerrero, Campeche, Sonora y San Luis Potosí), mientras el derechista Partido Acción Nacional (PAN) se quedará con dos (Querétaro y Baja California Sur). El Partido de la Revolución Democrática (PRD) se impuso en Michoacán y en el polo industrial de Nuevo León triunfó Jaime Rodríguez, El Bronco, primer candidato independiente que llegará al poder. En el estado de Colima aún no se definen los resultados.

A nivel legislativo el PRI obtuvo el primer lugar y junto a sus aliados, Partido Verde Ecologista y Nueva Alianza, alcanzará la mayoría, cerca de 251 de los 500 curules de la Cámara. El PAN se mantuvo como segunda fuerza, mientras el PRD perdió influencia y el debutante Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) se ubicó como cuarto bloque.

Este partido, que encabeza el excandidato presidencial Andrés Manuel López Obrador, también hizo una gran participación en el Distrito Federal, donde obtuvo mayoría legislativa y al menos seis de las 16 delegaciones territoriales, aunque el número podría aumentar con los datos finales. (I)