Los candidatos que compitieron en los comicios presidenciales de Egipto, el islamita Mohamed Mursi y el ex general Ahmed Shafik, se proclamaron ayer vencedores sumando mayor incertidumbre tanto al proceso electoral como a la compleja situación política del país.

En ese marco y cuando los resultados finales se conocerían el jueves, la Junta Militar que gobierna el país anunció que entregará el poder al presidente electo en una ceremonia que se realizará el 30 de junio.

Mursi, quien representó al Partido Libertad y Justicia (PLJ), la formación política creada por los Hermanos Musulmanes, aseguró que es el triunfador con un 52,5% de los votos, frente al 47,5% del ex primer ministro del depuesto presidente Hosni Mubarak.

Por su parte, voceros de la campaña electoral de Shafik, del partido Nacional Democrático (ND), aseguraron que su candidato, “más allá de toda duda”, es el que encabeza los resultados de los comicios presidenciales con el 51% de los votos.

“Los primeros indicios de la campaña demuestran, más allá de toda duda, que él se encuentra al frente de las elecciones a pesar de todas las violaciones”, declaró un portavoz en un comunicado.