Lo impreso y virtual recordó el golpe de Fujimori en Perú
La mañana de este miércoles 5 de abril de 2017, más de un limeño se sorprendió frente a los quioscos de venta de periódicos: el diario La República había reeditado el número correspondiente al 6 de abril, pero de 1992, la mañana siguiente a la cadena nacional de radio y televisión, en la que Alberto Fujimori, expresidente, hoy juzgado y encarcelado por delitos de lesa humanidad, ordenó la disolución del Congreso y la reestructuración de los poderes del Estado, inaugurando una forma de hacer política que dejó huella imborrable en la historia del Perú.
En la edición de hace 25 años resalta la frase “Cierra el Congreso”, como centro de atención en la portada. Unos cuantos párrafos abajo, sin embargo, aparecen los primeros recuadros en blanco. Lo mismo se repite en las páginas 2, 3 y 7; pliegos de papel periódico vacíos, apenas interrumpidos por líneas, márgenes, recuadros que evidencian un texto ausente, omitido.
Antes de que terminara aquel domingo 5 de abril, un grupo de militares encapuchados ingresó a las oficinas de La República y ordenó que la edición del día siguiente no llevara la frase “golpe de Estado”. Poniendo en juego su vida, el equipo de redacción e impresión, dirigidos por Gustavo Mohme, siguió adelante con la impresión del diario, omitiendo de forma voluntaria las páginas y los artículos en los que se incluía la frase cuestionada por la dictadura, y logrando una evidencia simbólica aún más profunda, aquella que materializaba las manos feroces del poder intentando amordazar la información.
“Esa edición de La República hizo historia, nos mostró lo que vendría de ahí en adelante, un país dominado por el miedo, una prensa amordazada por el poder. Las lecturas que se pueden hacer desde ese material impreso son inagotables, todas, además, partiendo de un elemento común: el deseo desmedido de Fujimori por controlar íntegramente al Estado”, menciona Carlos Argüello, sociólogo limeño.
Alberto Fujimori, considerado entre los siete presidentes más corruptos del mundo, y responsable de la administración gubernamental más corrupta de la época republicana, no hizo silencio este 5 de abril de 2017.
Desde el otro extremo de la memoria, y alejado de todo contenido impreso, 'El Chino', como es recordado por sus seguidores, utilizó Twitter para reivindicar su acción de hace 25 años, desde su celda. "Pregunta: ¿por qué? Lo único que hicieron los opositores fue borrar mi firma. ¿O no es así? El arquitecto de la democracia moderna, perdón que les diga, fui yo. Quien generó la Constitución que hoy todos respetan", escribió.
“Para hacer tortillas hay que romper huevos. Alguien tenía que hacerlo. Desde la cárcel les digo: Valió la pena!”, añadió.
Y en los comentarios: “Se hizo lo justo y necesario para vivir el hoy”, “se dio un paso valioso para derrotar al terrorismo”, “Alberto Fujimori, el mejor presidente de la historia del Perú…".
Y el enorme “etc.” que sigue evidenciando una escisión profunda entre los detractores del golpe de Estado del 5 de abril de 1992 y quienes lo apoyan, aún ahora, a la luz de todas las derrotas que eso significa para la vida política vigente en el Perú.
“Las formas de corrupción, la privatización del Estado, y la evidencia de que todo el poder se sostiene en redes de amistad e interés, fue la herencia más profunda de esos años de fujimorismo. La vida política del país, dominada por el neoliberalismo y la violencia, tiene su raíz en ese espisodio”, sentencia Argüello. (I)