Nuevos enfrentamientos estallaron la tarde de ayer entre las fuerzas de seguridad israelíes y los palestinos en la Explanada de las Mezquitas, a la que los fieles musulmanes habían entrado tras casi dos semanas de boicot a raíz de las nuevas medidas de seguridad impuestas por Israel.

Los choques comenzaron después de que los fieles entraran al sitio, y dejaron 48 heridos, tanto en la Explanada como en las inmediaciones, según informó la Media Luna Roja palestina (equivalente a Cruz Roja).

Israel justificó la puesta en marcha de su reciente dispositivo de seguridad con el alegato de que los atacantes que mataron a dos policías el 14 de julio habían escondido sus armas en la explanada, pero los palestinos interpretaron la medida como un movimiento de Tel Aviv para incrementar su control sobre el sitio.

Esta disposición provocó fuertes tensiones que derivaron rápidamente en duros enfrentamientos en Jerusalén Este y en Cisjordania ocupada, que dejaron cinco muertos y decenas de heridos.

Ayer los líderes islámicos pusieron fin a las convocatorias de marchas y rezos de protesta a las afueras del lugar sagrado y llamaron a la población musulmana a volver a rezar en su interior.

En la desactivación de la crisis tuvo un papel importante el rey de Jordania, Abdalá II, custodio de la Mezquita de Al Aqsa, que negoció con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.

La suspensión de las medidas de seguridad por parte de Israel se dio poco después de que Ammán permitiese salir de su país a un guardia israelí que mató a dos jordanos en la legación diplomática de Israel en Jordania en circunstancias no aclaradas, el pasado domingo.

La Explanada de las Mezquitas, situada en territorio palestino ocupado, es sagrada tanto para los musulmanes como para los judíos, pero está reservada para el rezo de los primeros y es administrada por las autoridades jordanas, aunque Israel controla la seguridad del lugar.

A pesar de que Tel Aviv anunció que el martes se retiraron los detectores de metales, en su lugar se colocaron cámaras de vigilancia, que finalmente Israel retiró la madrugada de ayer, antes de anunciar que las nuevas medidas de seguridad fueron canceladas.

Tras la instalación de los arcos de seguridad, el 16 de julio, los musulmanes rechazaron entrar al complejo y decidieron rezar en las calles adyacentes como forma de protesta.

Liga Árabe está en emergencia

Al inicio, la decisión de Israel de retirar las medidas de seguridad extraordinarias colocadas en torno a la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén fue descrita por el Gobierno de Jordania como un “paso inevitable” para disipar las tensiones entre palestinos e israelíes en los territorios ocupados y particularmente en los lugares sagrados.

La expectativa de Jordania fue tal que pidió cancelar la reunión de urgencia que la Liga Árabe había convocado para hoy  para abordar la escalada de la violencia en torno a la mezquita de Al Aqsa, que fue condenada por líderes árabes y musulmanes. No obstante, tras este último disturbio en Jerusalén, los ministros de Exteriores de la Liga Árabe se reunieron de emergencia ayer en El Cairo y rechazaron la solicitud jordana de suspender el encuentro.

La cita fue presidida en rotativa  por Argelia. La misma fue pospuesta el miércoles para garantizar la asistencia de los ministros de Exteriores de todos los Estados árabes. Al ágora asistieron todos los cancilleres de los países miembros y estaba previsto que se abordasen las medidas israelíes impuestas en la Explanada de las Mezquitas, y retiradas por completo en las últimas horas, poniendo fin –en principio– a la causa de la discordia.

El informe de los choques

La sociedad de Media Luna Roja detalló que 48 personas resultaron heridas ayer en los últimos enfrentamientos entre palestinos y fuerzas de seguridad israelíes cuando miles de musulmanes acudieron a rezar a la Explanada de las Mezquitas, tras la retirada de las medidas de seguridad extraordinarias impuestas por Israel.

La entidad describió que de esta cifra 37 personas fueron tratadas por lesiones causadas por granadas de estruendo, gases lacrimógenos y golpes cerca de la Puerta de los Leones, y también dentro del complejo sagrado, donde se han desplegado las fuerzas de seguridad israelíes.

Los musulmanes habían accedido por primera vez en casi dos semanas a la Explanada de las Mezquitas, algunos gritaban de júbilo mientras entraban al recinto, mientras que otros exclamaban “Allahu Akbar” (Alá es el más grande), atendiendo al llamamiento de las autoridades musulmanas, que instaron a los fieles a orar de nuevo en la Explanada tras el anuncio de anulación del nuevo dispositivo de seguridad. (I)