El gobierno neoliberal de Mauricio Macri, en jaque por una elevada inflación y una crisis profunda en las economías regionales, analizó la posibilidad de copiar la ‘Ley de Góndolas’ aplicada por el Ecuador, pero el proyecto quedó archivado en medio de una lucha interna que amenaza con causar cimbronazos en el gabinete.  

Alfonso Prat-Gay, ministro de Hacienda, encendió la mecha. “Hay una idea hace rato de copiar una ley de Ecuador, la ‘Ley de Góndolas’, para darle cabida a los productos de economías regionales y de pymes (en los supermercados) para instaurar la competencia”.

Este ministro es considerado por algunos de sus pares como demasiado ‘keynesiano’ (teoría macroeconómica propuesta por John Maynard Keynes) dentro de un gabinete dominado por ex-CEOS (ejecutivos de más alto rango) de empresas multinacionales y economistas de marcada formación neoliberal. Incluso Prat-Gay no dudó en atribuirse una formación socialdemócrata y en su entorno no es un secreto que mantenga ambiciones presidenciales, lo que le valió varias miradas de desconfianza.  

La ‘Ley de Góndolas’ establece que los supermercados deben ofrecer en al menos 20% del total de sus instalaciones productos elaborados por pymes y del interior del país. Prat-Gay señala que “el empresario argentino pide competencia, pero no en su sector  y eso es lo que tenemos que cambiar”.

Esta norma ecuatoriana fue vista con simpatía por un sector que sufrió por los altos costos de producción derivados de una inflación del 40% anual y una falta de competitividad a pesar de la fuerte devaluación impulsada en diciembre pasado.  

El caso más emblemático es el de los productores de frutas del valle patagónico del Río Negro que hace 2 semanas realizaron una protesta en la céntrica Plaza de Mayo de Buenos Aires, donde regalaron tres frutas a cada persona que se acercara al histórico paseo. Las filas alcanzaron los 200 metros, dejando al descubierto una crisis social como no se veía desde el estallido de 2001.

La posibilidad de implementar la ‘Ley de Góndolas’ entusiasmó al sector que más empleo genera en el país austral. “Es una buena noticia, porque nos amplía la vidriera. Nos da otra posibilidad de acceso a un público al que normalmente no se llega”, dijo el titular de la Asociación de Pequeñas y Medianas Empresas (Apyme), Humberto Spaccesi.

Para Prat-Gay “lo que se debe hacer” es alentar la competencia y sancionar con medidas las subidas de precios desmedidas. “Esto lo discutimos con (el ministerio de) Producción. Pero el ministro de Producción, Francisco Cabrera, lo desmintió en forma tajante y aseguró que el gobierno de Macri no aplicará la ‘Ley de Góndolas’ ecuatoriana, dejando al descubierto una durísima lucha interna entre ambos ministros.  

“No son nuevas las diferencias entre el ministro de Hacienda y su par de Producción. Sin embargo ahora los protagonistas ya no se cuidan en exteriorizarlas”, escribió el analista Carlos Arbia, en el portal de noticias Infobae. Pero no es la única diferencia abierta en el camino de Prat-Gay. El ministro dijo hace unos días que la inflación “ya no es un tema, cuando hace 2 meses era la única preocupación” del Gobierno.

Esta declaración puso al rojo vivo una pelea en plena ebullición con el titular del Banco Central, Federico Sturzenegger, quien le respondió en forma inmediata: “La significativa desaceleración que mostraría la inflación en agosto aún no provee los elementos suficientes para que pueda concluirse que sea conveniente relajar la política montaria”. No es la primera vez que ambos funcionarios se cruzan. Estas peleas se tornan más evidentes ya que Macri decidió no nombrar a un ‘superministro’ de Economía, sino dividir las tareas entre varios funcionarios.   

Las peleas son tan evidentes que un artículo de diario Clarín, que respalda al Gobierno, publicó que “nadie arriesga a decir si Macri sufre o se divierte con la tirria entre sus colaboradores, pero no ha hecho gran cosa por ponerle límites”.

La duda, ahora, es cuándo y cómo terminará esta ‘guerra’. (I)