Los Analistas estiman que los avances dependerán de los acuerdos recíprocos
Levantar el embargo a Cuba, tarea compleja (Galería)
Después de más de 50 años de tensiones y a pocos días de que se termine el año, el presidente estadounidense, Barack Obama, dio su estocada al Congreso al reactivar las relaciones diplomáticas con Cuba. Un acercamiento que se espera concluya con el levantamiento del embargo comercial impuesto por Estados Unidos a la isla hace más de medio siglo.
Sin embargo, expertos afirman que esta tarea no será compleja y el mismo presidente cubano, Raúl Castro, anticipó que el levantamiento del embargo “será una lucha larga y difícil” que también necesitará de la movilización de la comunidad internacional.
En la primera semana de enero próximo llegará al Capitolio un congreso renovado, pero para la mala suerte de Obama, la Cámara y el Senado tendrán mayoría republicana.
Los republicanos, en su mayoría, a través de los años han sido opuestos a la apertura con Cuba, y esta vez no será la excepción. Es por eso que terminar con el embargo no será asunto de un día para otro. El presidente es consciente de esa realidad y pese a ello anunció que en enero anunciará las primeras medidas ejecutivas vinculadas a mejorar las relaciones entre ambos países.
“Esto es solo el comienzo de un largo camino hacia la normalización”, dijo a la AFP Gary Hufbauer, analista del Instituto Peterson de Economía Internacional.
Lawrence Ward, un abogado de negocios internacional con la firma de abogados Dorsey & Whitney, estimó que Obama ha colocado de lleno la pelota en el tejado del Congreso para participar en un debate serio sobre el levantamiento del embargo, pero los avances dependerán de los acuerdos recíprocos.
La inversión y el comercio entre ambos países permanecen estrictamente controlados bajo las leyes del embargo aprobadas en 1960 (reforzadas en 1996 con la Ley Helms-Burton) y las propias restricciones del régimen cubano, manteniendo a raya intentos para entrar en el mercado cubano por parte de industrias estadounidenses desde las hoteleras hasta las compañías petroleras y fabricantes de automóviles.
Para el analista Christopher Sabatini hay voluntad del Congreso en que se hagan cambios y lo que falta es que el sector empresarial dé la mano. “Los empresarios van a viajar a Cuba y verán las oportunidades de hacerlo y tener más negocios en La Habana, ellos se encargarán de presionar al Congreso”, explicó al diario local El País.