Defensa del soldado Manning pedirá acceso a más pruebas
La defensa del soldado Bradley Manning, acusado de filtrar cientos de miles de documentos clasificados al portal WikiLeaks, solicitará este jueves acceso a determinadas pruebas en una audiencia en la que se prevé que se defina la composición del tribunal que juzgará al soldado.
Según adelantó un jurídico militar que habló bajo la condición de no ser citado, se presentarán tres mociones para definir la composición del tribunal, la defensa requerirá acceso a algunas pruebas y pedirá que puedan comparecer testigos cuando lo requieran, aunque todavía no se ha publicado la lista de los testigos.
Por tratarse de una corte marcial, el acusado tiene la opción de proponer cómo quiere ser juzgado: bien por un juez, que tiene potestad para decidir si es culpable o inocente, bien por un panel de oficiales, o por otro tipo de panel en el que un tercio de los designados para ese jurado sean soldados, como Manning.
Está previsto además que la jueza presente un calendario con las próximas audiencias, aunque no es seguro que fije la fecha del juicio, que podría ser para el verano.
Si bien la de hoy es una audiencia de procedimiento, la defensa podría presentar la declaración de culpabilidad o inocencia en cualquier momento.
La audiencia se celebra en Fort Meade, en el estado de Maryland, vecino a la capital estadounidense, donde el pasado 24 de febrero la jueza militar, coronel Denise Lind, leyó a Manning formalmente los cargos de los que se le acusa, iniciando así la primera fase del juicio militar.
Manning, de 24 años, se enfrenta a un juicio acusado de 22 cargos por filtrar y entregar miles de documentos clasificados a la web WikiLeaks, incluido el de ayudar al enemigo, en el que ha sido denominado como el mayor caso de filtración de información reservada de la historia de EE.UU.
Son documentos sobre la guerra de Irak y Afganistán y cables diplomáticos, obtenidos cuando trabajaba como analista de inteligencia en Irak.
Si es declarado culpable, podría ser condenado a cadena perpetua, si bien su defensa ha solicitado un máximo de 30 años.
En la audiencia de lectura de cargos celebrada el pasado 24 de febrero, su abogado civil, David Coombs, señaló además que su cliente ya ha cumplido 635 días de cárcel, puesto que desde que fue detenido en mayo de 2010 ha permanecido bajo arresto.
En la misma audiencia evitó declararse culpable o inocente en lo que podría ser una maniobra para tratar de lograr un acuerdo para rebajar la pena.
Los documentos militares revelan denuncias de torturas y abusos que EE.UU. nunca investigó, así como muerte de civiles de las que no se informó, mientras que los cables del Departamento de Estado muestran las opiniones de diplomáticos y altos funcionarios sobre la política internacional sin tapujos.
El Gobierno de EE.UU. se opuso a la publicación de los documentos de WikiLeaks, que consideró "peligrosa y temeraria", y advirtió de que suponían una amenaza para la seguridad nacional así como para los extranjeros que trabajan en las embajadas o colaboran con las fuerzas armadas estadounidenses.
Los defensores de WikiLeaks, por su parte, creen que los documentos sirvieron para mostrar al mundo la mala praxis de EE.UU. y ven a Manning como un prisionero político.
En la audiencia preliminar de diciembre pasado, la acusación presentó testimonios y pruebas informáticas que, en su opinión, demuestran que Manning transfirió más de 700.000 documentos clasificados a la red WikiLeaks, fundada por el australiano Julian Assange.
Manning trabajó como analista de información en Irak desde octubre de 2009 hasta su detención, en mayo de 2010, cuando un informante del Pentágono, el pirata informático Adrian Lamo, supuestamente le delató.