La campaña republicana tuvo 18 contactos no revelados con el Kremlin
Las pesquisas del fiscal irritan a Donald Trump
Apenas cuatro meses después de llegar a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump es incapaz de disimular su irritación por las pesquisas en torno a la supuesta injerencia de Rusia en las elecciones que lo llevaron a la Casa Blanca y los posibles nexos del Kremlin con su campaña. Ayer, el gobernante denunció que esas investigaciones constituyen la “mayor caza de brujas” contra un político “en la historia de Estados Unidos”.
Para reforzar su tesis, Trump colgó ayer en su cuenta personal Twitter, en la que suele volcar habitualmente sus opiniones, un mensaje en el que denuncia que ni Hillary Clinton ni su antecesor en el cargo, Barack Obama, recibieron el mismo trato: “¡Con todos los actos ilegales que tuvieron lugar en la campaña de Clinton y en la administración Obama, nunca se nombró un fiscal especial!”.
Los tuits son la primera reacción del presidente de Estados Unidos tras el nombramiento de Robert Mueller, director de la Agencia Federal de Investigaciones (FBI) entre 2001 y 2013, como fiscal especial con amplios poderes para investigar la trama rusa, que es el principal escándalo del mandato de Trump.
Pese a su disgusto, el nombramiento de un fiscal especial era casi la única salida para la Casa Blanca, ante las revelaciones diarias en torno al tema ruso, que han llegado a agitar la amenaza de un proceso de destitución contra Trump por obstrucción de la justicia.
Así, tras una reunión del equipo del presidente en la Casa Blanca, el Departamento de Justicia nombró el miércoles a Mueller como “fiscal especial” para supervisar la investigación del FBI sobre la supuesta injerencia de Rusia en las elecciones de 2016, incluyendo los presuntos vínculos con la campaña de Trump.
A través de un comunicado divulgado por la Casa Blanca, Trump aseguró que las pesquisas que supervisará Mueller probarán la falta de nexos entre su campaña electoral y el Kremlin. “Como he dicho muchas veces, una investigación exhaustiva confirmará lo que ya sabemos: no hubo colusión entre mi campaña y ningún organismo extranjero”, señala la nota.
La oposición demócrata llevaba semanas pidiendo el nombramiento de un fiscal especial independiente para esa investigación, sobre todo a raíz de que Trump despidiera la semana pasada como director del FBI a James Comey, quien estaba al frente de las pesquisas sobre Rusia.
En este contexto, funcionarios estadounidenses habrían revelado a la agencia de noticias Reuters que el destituido Michael Flynn y otros asesores de la campaña de Trump mantuvieron contacto personal ligado al Kremlin en al menos 18 llamadas y correos electrónicos en los últimos siete meses de la carrera presidencial de 2016.
Las interacciones anteriormente no divulgadas forman parte del registro que ahora es revisado por investigadores del FBI y el Congreso, que examinan la interferencia de Rusia en las elecciones presidenciales de Estados Unidos y los contactos entre la campaña de Trump y Rusia. (I)
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EE.UU. notifica la renegociación del TLCAN
El gobierno de Donald Trump notificó ayer al Congreso que se propone renegociar el Tratado de Libre Comercio con México y Canadá (TLCAN).
Las conversaciones con esos países empezarán “no antes del 16 de agosto de 2017”, dijo en una nota al Congreso el representante comercial de Estados Unidos, Robert Lighthizer.
En los próximos 90 días, Lighthizer dialogará con congresistas e interesados en procura de “alcanzar un acuerdo que potencie los intereses de los trabajadores, granjeros, rancheros y empresarios de Estados Unidos”.
Lighthizer dijo que reformar el TLCAN, al cual Trump prometió anular en su campaña presidencial, es cumplir con una promesa clave hecha a los votantes del líder republicano.
Para Trump, el TLCAN le ha costado millones de empleos a Estados Unidos, un argumento que le hizo ganar votos entre los obreros.
Funcionarios de Canadá y de México viajaron a Washington para demandar al equipo de Trump que inicie lo antes posible las negociaciones para modernizar ese acuerdo vigente desde 1994.
En su carta al Congreso, Lighthizer señaló que el TLCAN no se ha acomodado a los cambios económicos y empresariales de los últimos 25 años, incluyendo el auge del comercio electrónico. “Muchos capítulos están desactualizados y no reflejan los estándares modernos”, dijo.
La administración de Trump apuntará a mejorar “la efectiva implementación y una dinámica aplicación” de los compromisos del TLCAN a fin de abordar los temas de los derechos de propiedad intelectual, reglamentación de servicios, trabajo, ambiente, entre otros. (I)