Las FARC acusan a jefe ganadero colombiano de intentar sabotear foro agrario
Las FARC acusaron al presidente de la Federación Nacional de Ganaderos (Fedegan) de Colombia, José Félix Lafaurie, de ser un "aliado" de los paramilitares que "no se cansó de disparar" contra el foro agrario concluido ayer en Bogotá y que según la guerrilla fue un "éxito rotundo".
El número dos de la guerrilla y jefe del equipo negociador en La Habana, Luciano Marín Arango, alias "Iván Márquez", leyó hoy un comunicado a la prensa en el que cita una declaración del exjefe paramilitar Salvatore Mancuso, preso en EE.UU., sobre sus vínculos con Lafaurie.
"Lafaurie me pidió que apoyara la elección del entonces candidato a Fiscal General, Mario Iguarán", señalan "las palabras de denuncia" de Mancuso contra el presidente de Fedegan divulgadas hoy por las FARC en el Palacio de Convenciones de La Habana, sede del diálogo de paz entre la guerrilla y el Gobierno colombiano.
Las FARC aseveraron que el presidente de Fedegan es "el mismo aliado de los paramilitares que no se cansó de disparar contra el foro" sobre desarrollo agrario realizado en Bogotá a solicitud de la mesa de diálogo, con el objetivo de buscar propuestas para resolver el conflicto rural que puedan ser útiles al proceso de negociación.
Ese encuentro cerró este miércoles con más de 400 propuestas encaminadas a zanjar el problema de la tierra en Colombia y estuvo marcado por la ausencia de la asociación ganadera más importante del gremio, Fedegan, un hecho que incluso el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, tildó de "irracional".
Los guerrilleros consideraron, no obstante, que el foro "fue un éxito rotundo" y elogiaron su "pluralidad y representatividad".
Los guerrilleros subrayaron que "todo el mundo sabe en Colombia, que a las FARC no se le doblega en la mesa con presiones militares" e insistieron en que "lo ideal sería pactar más adelante un cese bilateral de fuegos y de acciones ofensivas" como aporte de ambas partes al proceso de paz.
"Si el gobierno sigue empecinado en la guerra, debiera al menos amainar sus efectos en la población con la firma de un tratado de regularización que normatice (...) la conducta de los contendientes, buscando siempre preservar la vida de la gente y el respeto de sus derechos, así como el tratamiento a los combatientes caídos en combate, a los prisioneros y a la población en zonas de operativos militares", señalan las FARC.