La caída del precio del petróleo tendrá un impacto más fuerte sobre la economía colombiana de lo que esperaba el Gobierno. Hasta diciembre pasado, la administración del presidente Juan Manuel Santos insistía en que la economía del país crecería cerca del 5% en 2014, pero las cifras oficiales indicaron que el Producto Interno Bruto (PIB) llegó a 4,6%.

Sin duda, todos los sectores que dependen de la actividad petrolera en Colombia -desde catering hasta ingenieros, pasando por trabajadores no calificados, geólogos, ejecutivos, dueños de hoteles y bares-, están en problemas por el desplome del 50% en el precio del crudo en el último semestre.

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Los nubarrones en el sector petrolero también amenazan las cuentas fiscales y el dinamismo de la economía colombiana. Aunque Colombia no es una potencia petrolera, el crudo genera cerca de $ 13.000 millones anuales entre regalías, impuestos y derechos económicos.

El país, el Gobierno y varias actividades privadas dependen del petróleo y su impacto ya afecta a varios sectores de la economía.

Potenciar rubros no tradicionales

De acuerdo con el exministro de Hacienda, Guillermo Perry, era previsible que la inevitable caída del precio del petróleo desacelerara considerablemente la economía del país. “Bastaba con mirar la fuerte desaceleración que había causado en 2014 la caída del precio de los metales en Chile y Perú. En vez de reconocer que nos esperaba algo parecido, el Gobierno prefirió decir que Colombia era el niño diferente y sacar pecho porque no habíamos sufrido aún el problema en 2014”, mencionó.

Por otra parte, según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), las exportaciones del país cayeron más del 56% en enero de 2015, como resultado de la baja de más del 50% del precio del petróleo.

Para el Gobierno la economía colombiana cuenta con la suficiente flexibilidad y capacidad de adaptación para hacer frente al deterioro del sector de hidrocarburos mundial.

El ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, explicó que la caída de los precios del petróleo provocará que las exportaciones se reduzcan en alrededor de $ 5.000 millones, pero las coyunturas actuales, como la recuperación de Estados Unidos y la tasa de cambio, permiten que se puedan hacer políticas para reemplazar la pérdida. “Dado que los envíos de productos no tradicionales suman en conjunto un nivel similar al que se quiere cubrir, la apuesta del Gobierno es que este rubro duplique su nivel para que se pueda lograr el empalme”, explicó.

La estrategia del Gobierno tiene sentido en la medida que hay potencial para que otros rubros tomen el liderazgo. Por ejemplo, las cifras del DANE indican que el 54% de los vegetales que se cultivan en el país se dirige a Estados Unidos, y este rubro pasó de representar el 8% del total de envío en enero de 2014 a 15% en el primer mes de este año. Y es una tendencia similar con ramas como el café y los productos de floriculturas, porque cada uno cambió su participación de 4% a 17% y de 6% a 14%, en el mismo período.

La devaluación del peso

Para el presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), Rafael Mejía, “el crecimiento del consumo estadounidense y la devaluación del peso colombiano le dan el potencial al agro para que sea el nuevo sector clave de las exportaciones colombianas, ahora que están deprimidas por los efectos de la crisis petrolera”.

Aclara que “esta estrategia tiene que venir acompañada de una buena política rural que incluya, entre otras cosas, ayudas del Gobierno en términos de seguridad jurídica, porque de lo contrario sería complicado atraer inversionistas”.

A su turno la directora de análisis macroeconómico y sectorial de Fedesarrollo, Camila Pérez, advierte que la transición de las exportaciones colombianas dependientes del petróleo, tomará un buen tiempo, se debe entender que es una política de mediano y no de corto plazo. De manera que es posible que la reducción en los envíos de productos al exterior perdure este año, al punto que se estima que el déficit de la cuenta corriente y de la balanza comercial puedan cerrar 2015 en 6% del PIB.

Es una posición con la que coincide Camilo Pérez, analista del Banco de Bogotá, pues considera que si el Gobierno logra la transición de las exportaciones colombianas, esto se daría en términos de varios años. Además, “el crecimiento de las exportaciones no tradicionales en los últimos años ha sido leve”.

Por su parte, el presidente de la Asociación Colombiana del Petróleo (ACP) Francisco Lloreda, dice que “si fueran solo los precios del petróleo la causa del problema de la economía, no sería tan grave, pero en Colombia a eso se deben sumar los altos costos operativos y ahora la reforma tributaria, eso da una mezcla de factores que pintan un panorama perverso”.

El 40% de la inversión extranjera proviene de la industria petrolera y la quinta parte de los ingresos fiscales de la nación son generados por el sector. “Si los precios caen no solo significa que se disminuyen estos indicadores, también tiene implicaciones en la producción y en la exploración, pues hay proyectos que son costosos y a este precio no son viables”, señala el analista Alejandro Martínez, quien fue director de la ACP durante 20 años.