La violencia entre facciones en Siria sigue inalterable
Un manifestante murió y otros resultaron heridos en Mazé, en el centro-oeste de Damasco, en las exequias de los manifestantes muertos la víspera en el mismo barrio, según el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH).
"El funeral se ha transformado en manifestación en Mazé. Es la concentración masiva más cercana a la Plaza de los Omeyas", en el centro de la capital, afirmó a la AFP Rami Abdel Rahman, jefe del OSDH.
"Es la primera vez que hay manifestaciones tan concurridas en el centro de Damasco", declaró a la AFP Mohamad Chami, portavoz de los activistas en la zona.
Según él, las exequias reunieron a "15.000 personas", pese a la amenaza de los servicios de seguridad y a la nieve que caía sobre la capital.
También denunció "disparos intensos" contra los manifestantes. "Después de los disparos, la gente se escondía donde buenamente podía", añadió. "La televisión pública no cubrió los hechos pese a que se desarrollaban a unos pasos" de sus locales, precisó.
Mazé es un barrio estratégico del oeste de Damasco, que alberga numerosas embajadas, edificios gubernamentales y de servicios de seguridad.
Según el OSDH, actualmente se llevan a cabo registros y detenciones en el barrio. El viernes, manifestaciones inéditas sacudieron el barrio antes de ser reprimidas por las fuerzas de seguridad, causando al menos 4 muertos, según el OSDH.
El viceministro chino de Relaciones Exteriores, Zhai Jun, de visita en Damasco, pidió ayer al gobierno, a la oposición y a los rebeldes sirios que "cesen de inmediato la violencia", tras entrevistarse con el presidente Bashar Al Asad, según la televisión pública.
"La posición de China es llamar al gobierno, a la oposición y a los hombres armados que cesen de inmediato los actos de violencia", declaró Zhai, y consideró necesario un retorno a la paz "lo más rápidamente posible".
"Esperamos que el referéndum sobre la nueva Constitución y las próximas elecciones parlamentarias se desarrollen de forma pacífica", dijo según la televisión pública siria.
El jueves, los grupos de oposición sirios rechazaron la idea de una nueva Constitución que ponga fin a cinco décadas de partido único en el poder, el Baas, y urgieron a boicotear el referéndum del 26 de febrero sobre la carta magna.
"Es imposible para nosotros participar en ese referéndum si no se paran la violencia y los asesinatos", dijo un responsable del Comité Nacional de Coordinación para un cambio democrático.