Los cancilleres de la Unasur se reunieron ayer en Santiago de forma extraordinaria para tratar la crisis política en Venezuela, buscando concretar una comisión de diálogo entre la oposición y el gobierno de ese país. Los mandatarios de los países que conforman el bloque regional reiteraron su respeto al proceso democrático venezolano.

Promovida por Venezuela, en contraposición con el debate que convocó Panamá en la Organización de Estados Americanos (OEA) -organismo que incluye a Estados Unidos y Canadá-, la reunión se realizó en Santiago aprovechando las ceremonias de investidura presidencial de la socialista Michelle Bachelet, que se realizaron el martes.

En el encuentro, los 12 países de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) acordaron enviar una misión de cancilleres a Venezuela para asesorar al Gobierno de Nicolás Maduro en un diálogo que permita recuperar la convivencia pacífica en esa nación.

La resolución final -leída por el canciller chileno, Heraldo Muñoz- expresa la preocupación de los países miembros "ante cualquier amenaza a la independencia y soberanía de la República Bolivariana de Venezuela". El documento expresa además su "respaldo a los esfuerzos" del Ejecutivo venezolano "para propiciar un diálogo entre el Gobierno, todas las fuerzas políticas y actores sociales con el fin de lograr un acuerdo que contribuya al entendimiento y la paz social".

La delegación de los cancilleres de la Unasur, que fue solicitada por las propias autoridades venezolanas, se reunirá a más tardar en la primera semana de abril y tendrá como objetivo "acompañar, apoyar y asesorar" en el diálogo político "considerando la Conferencia Nacional de Paz" instalada por el Gobierno el pasado 27 de febrero.

El canciller venezolano, Elías Jaua, dijo al finalizar la reunión que se siente "plenamente satisfecho" con la resolución y "acompañados en la batalla que está dando el pueblo venezolano por la democracia, la paz y la estabilidad política". Jaua consideró que la reunión de ayer en Santiago, que se prolongó por más de cuatro horas, simboliza un "nuevo tiempo" en América Latina y fortalece a la Unasur en el contexto político regional.

La Mandataria chilena, Michelle Bahelet, reafirmó además en su primera rueda de prensa tras ser investida, su voluntad de respaldar un diálogo de paz en Venezuela y advirtió que no apoyará intentos violentos por derrocar a un gobierno legítimo.

“Quiero reiterar la voluntad del Gobierno de Chile de apoyar y acompañar al pueblo venezolano y al gobierno”. “Jamás apoyaremos ningún movimiento que de manera violenta quiera derrocar a un gobierno constitucionalmente electo”, afirmó Bachelet.

Diversos sectores apuestan por el diálogo en Caracas
El canciller venezolano, Elías Jaua, estuvo en la investidura de Bachelet en reemplazo del presidente Nicolás Maduro, que a última hora suspendió su viaje a Santiago.

Al arribar el martes a Santiago, Jaua aseguró que el gobierno de Maduro “está enfrentando un intento violento de derrocamiento, que ya hemos neutralizado”. El canciller afirmó que “en América del Sur, gracias a la madurez de la conciencia de los pueblos, ya no hay espacios para los grupos violentos, ni para el derrocamiento de gobiernos legítimamente democráticos”.

Asimismo, reconoció que “hay sectores de la oposición política interesados en negociar, pero no se atreven por la presión de los sectores radicales de la sociedad que buscan derrocar al gobierno”.

Jaua reiteró que los integrantes de los grupos de manifestantes han sido entrenados y armados para ejercer la violencia, para la ejecución de políticas desestabilizadoras.

El presidente Maduro, por su parte, reiteró su apoyo a la creación de una comisión de cancilleres de la Unasur, que lo acompañe en su diálogo de paz en el país.

“Bienvenida la comisión de la Unasur para apoyar y fortalecer el proceso de diálogo nacional”. El gobernante también mostró confianza en el grupo de diplomáticos. “Tengo confianza en el cuerpo diplomático que designe la Unasur. Estoy seguro de que sus deliberaciones serán muy buenas”, vaticinó.

Apoyo del Cono Sur
“Venezuela es uno de los países importantes de la Unasur. (...) Merece todo el apoyo de los países de América del Sur, y seguro lo va a obtener con la cumbre de (cancilleres de) Unasur”, dijo a periodistas el canciller argentino, Héctor Timermann.

“Que quede claro lo que está pasando en Venezuela: se trata de desestabilizar un gobierno legítimamente electo y eso no lo podemos permitir”, afirmó Correa.

Por su parte, para Perú “es importante respetar la no injerencia” en la política interna de un país como Venezuela, de acuerdo a lo señalado por el presidente Ollanta Humala.

Venezuela quiso desplazar la discusión más hacia el sur del continente y buscar apoyo en la Unasur, porque países como este “se sienten más cómodos en mantener una discusión (...) en un foro en que estén ausentes Estados Unidos y Canadá”, explicó el exdiplomático y académico del Instituto de Relaciones Internacionales, Mario Artaza.