La reunión con Kim será la mayor victoria de Trump
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, planea lo que sería su mayor victoria en política exterior en una corta administración de 14 meses. Una reunión con el líder norcoreano, Kim Jong-un, para negociar el cese de pruebas nucleares.
De acuerdo con el diario The Washington Post, los analistas estadounidenses optimistas declararon un gran avance de su gestión.
Incluso los pesimistas reconocieron que la postura dura de Trump contra Pyongyang, después de décadas de un esfuerzo de varios presidentes estadounidenses menos contundente, jugó un papel importante al mover uno de los problemas más irritantes y amenazantes del mundo en una dirección potencialmente positiva.
El anuncio de Trump fue sorpresivo, solo horas después el secretario de Estado de EE.UU., Rex Tillerson, afirmó que su país está “lejos” de abrir negociaciones con Corea del Norte por lo que plantea varias interrogantes.
¿Kim Jong-un y Donald Trump, dos líderes que intercambiaron insultos públicos durante este año, podrán dialogar directamente y sin ofenderse? ¿Hasta qué punto sus gobiernos flexibilizarán sus posturas para llegar a un acuerdo común? Según los funcionarios estadounidenses, estas conversaciones se realizarán a fines de mayo.
El jefe de la Oficina de Seguridad Nacional de Corea del Sur, Chung Eui-yong, fue el encargado de anunciar el jueves esta reunión.
La misma se concretó luego de que su delegación de paz, que mantuvo un acercamiento con Corea del Norte a inicios de esta semana, le entregó a Trump en la Casa Blanca un mensaje de Kim Jong-un.
No obstante, ayer la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, recalcó que Trump no se reunirá con Kim Jong-un hasta que vea “acciones concretas” y “verificables” de Corea del Norte.
Kim quiere reconocimiento
Las primeras evaluaciones de medios internacionales ven a esta reunión con Trump como una victoria para Kim, quien durante años buscó pruebas de su estatus y del poder de Corea del Norte.
Según The Post, solo sentándose con el presidente de Estados Unidos, Kim Jong-un, obtendría lo que más anhela, legitimidad.
Anna Fifield explica que él quiere ser tratado como un igual por la superpotencia global.
“Esto es lo que su padre y su abuelo querían: estar en el mismo plano que el poder más grande del mundo”, indicó Van Jackson, un exfuncionario del Pentágono que ahora enseña en la Universidad Victoria en Nueva Zelanda.
“Una reunión con el presidente estadounidense ha sido considerada durante décadas como el premio al final de un proceso exitoso de desnuclearización, no como un incentivo para iniciar el proceso, y ni el padre ni el abuelo de Kim lograron esa línea de llegada”.
Jackson reconoce el acierto de Kim “porque ha jugado una mano muy mala brillantemente para llegar allí”.
Desde que heredó el poder de su padre -Kim Jong-il- a fines de 2011, cuando tenía solo 27 años, Kim Jong-un ha buscado la manera de reclamar ser el heredero legítimo de la única dinastía comunista del mundo.
En Corea del Norte, Kim, el menor de los cuatro hijos de Kim Jong-il con su tercera y última pareja, demostró que heredó el liderazgo de su dinastía. Lo hizo a través de todos esos misiles y armas nucleares con los que amenaza destruir a sus enemigos, por lo que varios mandatarios lo ven como un dictador.
“Kim quiere retratarse a sí mismo como el audaz líder de una potencia nuclear normal y amante de la paz que puede conocer a un presidente estadounidense como iguales”, coincidió Duyeon Kim, miembro principal del Foro Futuro de la Península Coreana en Seúl.
Trump aceptó la invitación de Kim para mantener conversaciones, más rápido que el presidente surcoreano, Moon Jae-in, acusado en Washington de ser demasiado blando con Corea del Norte. Las Coreas programaron para abril una cumbre que se celebrará en la zona desmilitarizada entre sus fronteras.
Aún no está claro qué es lo que Trump prepara poner sobre la mesa junto a la aparente oferta de Kim de dejar de probar armas nucleares y misiles balísticos y discutir la desnuclearización.
“Sanciones?¿Normalización? ¿Tratado de paz?”, tuiteó Víctor Cha, el experto que una vez fue elegido por Trump como embajador en Corea del Sur, antes de expresar su preocupación de que la Casa Blanca estuviera contemplando un ataque militar preventivo contra Pyongyang.
“Lo que quiere Kim Jong- un es muy claro”, dijo Ryoo Kihl-jae, exministro de unificación surcoreano. “A corto plazo el alivio de sanciones es su objetivo”.
Trump tiene una larga lista de anuncios sorpresivos que distraen la atención de la preocupación por los aranceles y muros fronterizos, entre otros temas. (I)
La ONU respalda la celebración de un encuentro
El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, respaldó ayer la celebración de una reunión entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el líder norcoreano, Kim Jong-un, y alabó la “visión” de las partes involucradas.
La ONU, cuyo Consejo de Seguridad impuso duras sanciones a Pyongyang por sus ensayos nucleares y de misiles, ha defendido siempre que la solución definitiva al conflicto pasa exclusivamente por el diálogo.
En las últimas semanas la organización expresó su esperanza por los progresos en las conversaciones entre las dos Coreas y animó a aprovechar el impulso del diálogo para lograr resultados. Por su parte, el Gobierno alemán saludó ayer el anuncio para explorar una desnuclearización, pero consideró que hay que esperar a ver si el diálogo se traduce en “hechos”.
En rueda de prensa la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Maria Adebahr, dijo que no hay ninguna confirmación oficial por parte del régimen de Pyongyang de que está dispuesto a un cambio.
Adebahr, quien subrayó que la Unión Europea y Alemania respaldan y aplican las sanciones internacionales al régimen de Pyongyang, reiteró su llamamiento a la prudencia, ya que falta mucho para la reunión. (I)