Con las lluvias en franca disminución, la palabra “reconstruir” aparece con más fuerza y frecuencia en el discurso de las autoridades peruanas. Las zonas afectadas por los huaicos, desborde de los ríos que a su paso arrasan todo,  han sentido la reducción del fuerte temporal, pero eso no significa un regreso a la normalidad.

La calma, lo que representaba esa palabra, no existe más. Casas, calles, plazas, viviendas, fueron afectadas por la fuerza de la naturaleza. El paisaje se modificó dejando ante los ojos de los pobladores una sensación amarga, como de extranjero en su propia tierra.

Si bien la realidad de las zonas afectadas tiene el denominador común del desastre, los matices que hacen particular el daño en cada lugar son, en sí mismo, una desgracia. En Catacaos, población turística por excelencia en Piura, los huaicos afectaron la materia prima y maquinaria con la que laboraban los artesanos de este sector, conocido en el país por su trabajo con madera. Huarmey, otra población costera afectada por las lluvias, luce aún amasijos de palos y piedras envueltos en el lodo que, con el paso de los días y el sol, empieza a secarse y a tomar forma de monumento a la destrucción en medio de su plaza central.

En la capital se calcula que hasta el momento hay 12.000 damnificados, 1.700 viviendas colapsadas y unas 980 casas inhabitables. Todo un reto si sobre esos escombros se quiere pensar en futuro.

En los discursos del presidente Pedro Pablo Kuczynski, ministros, presidentes departamentales y alcaldes distritales, “reconstruir” suena igual a “reubicar”. Las zonas afectadas, parece ser el principio, no pueden seguir exponiendo a la población a las inundaciones. Declararlas inhabitables sería entonces el primer paso para empezar a responder a este desastre.

La tarea de reconstrucción se plantea como un proceso al que el Ejecutivo quiere entregarle dedicación completa, pero frente al que, además, se encontrará con una serie de elementos naturalizados en el día a día de los peruanos. Una casa, en varias zonas del margen urbano de Lima, por ejemplo, no es solo el techo o las paredes, sino el resumen de una lucha cotidiana por la movilidad social, por el progreso. Sostenerla, defenderla, parece una consigna vital en sus ocupantes.

Sobre estas tareas la presidencia  desplegó atención primordial. Esta semana se ordenó la entrega de $ 2.000 millones para la reconstrucción de la zona norte del país y se espera entregar $ 3.000 millones más a los alcaldes de los distritos más afectados por la crisis. Planes de trabajo, inversión y reactivación de actividades económicas en el campo y la ciudad son los ejes de trabajo inmediato para impedir el tráfico de tierras.

La aprobación de la gestión de Kuczynski sube a 45%

La aprobación al presidente peruano, Pedro Pablo Kuczynski, subió a 45% en abril, 10 puntos porcentuales más que en marzo, impulsado por la reacción del gobierno ante los desastres naturales.

La recuperación del mandatario en los sondeos sitúa en 45% la aprobación de su labor. En tanto,  la cota de desaprobación cayó a 49%, ocho puntos menos que el mes pasado, mientras el 6% se abstuvo de opinar, según la encuesta de Datum a 1.238 personas, del 31 de marzo al 4 de abril, a nivel nacional y difundida por los diarios Perú 21 y Gestión.

“Los peruanos valoran la reacción y el liderazgo de Pedro Pablo Kuczynski frente a los desastres naturales”, estimó Urpi Torrado, gerente de la encuestadora Datum.

Torrado advirtió que “la subida de 10 puntos puede ser solo un hipo, si no se aplica una estrategia para las acciones que se tomarán en la reconstrucción de zonas afectadas por las lluvias”.

En la capital peruana, donde las riadas y temporales también causaron daños, especialmente en las zonas periféricas, la aprobación a Kuczynski fue mayor y pasó de 36% a 47%.

Kuczynski resultó electo en junio de 2016 con el 50,12% de los votos frente a su rival Keiko Fujimori, que alcanzó 49,88%. Una diferencia de un poco más de 40.000 votos selló su victoria. El pico máximo de aprobación a la gestión del presidente, en los sondeos de Datum, en septiembre pasado fue de 65%. (I)

DATOS

Los huaicos dejaron hasta el momento 106 muertos, 163.473 damnificados -personas que perdieron todo- y 991.700 afectados (sufrieron daños menores), según el Centro de Operaciones de Emergencia Nacional (COEN).  

El mandatario Pedro Pablo Kuczynski explicó que el proceso de reconstrucción se dividirá en dos etapas:

La primera será en las ciudades y poblados afectados, así como la restauración de infraestructuras dañadas por los desbordes de ríos, para lo cual se necesitarán de $2.000 millones a $ 3.000 millones.

La segunda etapa consistirá en ejecutar obras para que Perú sea un país moderno y ordenado, que tomará mayor tiempo, y para ello se requerirán de $ 5.000 millones a $ 6.000 millones. (I)