La destitución del alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, y el aumento de tensión por las elecciones parlamentarias y a la presidencia de Colombia, son dos ingredientes que están en plena ebullición en el vecino país.

Aunque el caso de Petro ha llamado la atención de la población, parte de la cual sale a la calle para protestar por lo que considera una injusticia cometida por el procurador general de Colombia, Alejandro Ordóñez, el aumento considerable de la popularidad del burgomaestre hace cambiar los cálculos electorales de expertos y politólogos.

Hace 10 días, el alcalde Petro apenas alcanzaba el 35% de aceptación entre los ciudadanos por su labor en la alcaldía, pero con sorpresa, ahora cerca del 65% de los encuestados está de su lado y considera que es víctima de los atropellos del procurador, según la última encuesta de la firma Consumer.

Esta situación ha hecho que las perspectivas electorales de los militantes de la Alianza Verde, grupo político de Petro, se disparen y ahora se conviertan en protagonistas tanto de las elecciones al Parlamento, que se realizarán en marzo de 2014, como de las presidenciales, de mayo próximo.

“El aumento de la indignación por la destitución del alcalde ha hecho que, por primera vez en muchos años, la izquierda democrática, que aúpa a los sectores progresistas que rodean al alcalde, pueda alzar las alas y pensar seriamente en ser protagonista de las próximas elecciones. Sin embargo, la clave de todo es la forma como canalicen ese apoyo popular, ya que el elector colombiano es variable e indiferente”, sostiene el politólogo Ernesto Bermúdez.

Petro, que hoy se encuentra en Washington tratando de convencer a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para que intervenga y con una medida cautelar impida su salida de la alcaldía de Bogotá, está impedido para presentarse tanto a las parlamentarias como a las presidenciales, pero sí puede ser un factor determinante en los procesos electorales.

Para el analista Gerardo Rojas, el papel de Petro podría poner un tinte de suspenso a la posible reelección del presidente Juan Manuel Santos, pero eso sería impensable ante la ambición que hoy tienen muchos grupos políticos.

“La mayoría de los grupos tradicionales, como el Liberal, el Conservador y el partido de la U, apoya la reelección de Santos, pero si esa población que hoy sigue a Petro se canaliza hacia un candidato de centro izquierda, podría calentar las elecciones. Sin embargo, no creo en esa unión, ya que la izquierda está muy desunida, esa ha sido la tradición en Colombia”, señala Rojas.

Por otra parte, ayer el alcalde recibió otro golpe en el preciso momento que viajaba a Washington, cuando la Registraduría Nacional confirmó que quedaron resueltos todos los recursos que había instaurado, y que en un plazo no superior a dos meses y ocho días los ciudadanos deberán salir a las urnas para decidir si revocan su mandato.

Las autoridades electorales confirmaron así en segunda y última instancia que las firmas presentadas por el congresista Miguel Gómez, del partido de La U, que solicitó la revocatoria de Petro, son válidas para convocar a elecciones atípicas.

El exsecretario de gobierno de Bogotá, Guillermo Asprilla, aseguró que el anuncio de la Registraduría de convocar a urnas para la revocatoria de Petro, es una decisión radical del establecimiento para sacarlo de la alcaldía.

“Esta decisión de la Procuraduría responde a una petición del uribismo con su vocero, el señor es Miguel Gómez, y demuestra a la ciudadanía que estamos frente a una tenaza contra Petro. Vamos a ver los ríos de dinero que correrán en esta revocatoria”, dijo.

De otro lado, y cuando el alcalde esperaba respaldo a su situación del presidente Juan Manuel Santos, el mandatario solo se limitó a decir que respetará la decisión de las autoridades, tanto si se confirma la medida de la Procuraduría como si la CIDH decide intervenir y pide a última hora una determinación cautelar que proteja los derechos del alcalde.

EL LOBBY DEL ALCALDE EN WASHINGTON

El alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, se encuentra en Estados Unidos, donde trata de exponer ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) sus reparos frente al fallo del procurador, Alejandro Ordóñez, que considera violatorio de los derechos humanos.

Petro se reunió con el congresista demócrata Jim McGovern y con el secretario técnico de la CIDH, Emilio Álvarez Icaza. También se entrevistará con el vicepresidente de la Oficina de Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA, por sus siglas en inglés), Adam Schaeffer.