La Policía vigila a grupos de extrema derecha en Noruega
Aunque sea posible que el tirador de Noruega, Anders Behring Breivik, haya actuado solo en su doble matanza del pasado viernes en Oslo, las fuerzas de seguridad de Europa preparan una estrecha vigilancia de otros grupos de extrema derecha potencialmente peligrosos.
“Puede haber un aumento en el extremismo”, indicó el jefe de prensa de Europol, Gerald Hesztra.
Desde los sucesos en Noruega en los que murieron 76 personas, la agencia se apresura a poner al día el fichero de informaciones correspondientes a las actividades de estos movimientos.
La agencia informó que tiene unos 50 expertos en inteligencia, explosivos y en la lucha antiterrorista trabajando en el caso y pidió que los países miembros de la Unión Europea contribuyan en la identificación de perfiles de radicales de derecha, aunque no dio detalles.
“Estamos preparando una actualizada descripción de los extremistas en Europa, con un foco especial en el norte del continente”, agregó el vocero de Europol, Soren Pedersen. Pero un analista advirtió que Behring Breivik, autor confeso de 32 años de los atentados, puede inspirar ataques similares en el futuro.
“Me preocupa que el tiroteo del viernes inspire otros incidentes como sucedió con (los ataques) el 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos”, expresó Edwin Bakker, profesor de temas de terrorismo de la Universidad de Leiden, en las afueras de La Haya, tras resaltar en particular que un número de jóvenes de igual ideología siga el ejemplo de Breivik.
A diferencia de los tradicionales grupos de extrema derecha de Europa, a cuyos militantes les gusta marchar por las calles como camaradas y con solidaridad de grupo y que ladran más de lo que muerden, para Bakker las acciones de Behring Breivik sugieren un enfoque más siniestro.
Mientras tanto, el juicio a Anders Behring Breivik deberá esperar hasta 2012, advirtió ayer la justicia noruega, y será un proceso por cada uno de los hasta ahora 76 muertos de una tragedia colectiva, que adoptó rostros concretos con la difusión de los nombres de esas víctimas, en su mayoría adolescentes.
La instrucción del proceso será compleja, explicó el fiscal Tor-Aksel Busch, ya que el autor confeso del doble atentado deberá responder ante la justicia por el asesinato de cada una de las víctimas. Breivik, el ultraderechista noruego de 32 años que quiso “castigar a la socialdemocracia por importar masivamente musulmanes”, quedará hasta entonces previsiblemente alejado de todo contacto con los medios, más allá de las declaraciones que haga su abogado. EFE/AFP