El ajuste encarado por el presidente argentino, Mauricio Macri, causó una caída del salario real de entre el 9% y 11%, y creó entre 1,2 y 1,8 millones de nuevos pobres. Todo en solo 2 meses de gobierno.

Desde la asunción de Macri, el 10 de diciembre pasado, la devaluación del 40% de la moneda provocó una inflación desbocada con aumentos de precios que corrieron a la par de la depreciación del peso en carnes, lácteos y el pan. Pero, además, un tarifazo de hasta el 700% en las boletas de luz terminó por delinear un panorama de gran conflictividad social a corto plazo.

“Se avecina un escenario conflictivo” en la medida que el gobierno presiona por aumentos salariales por debajo de la inflación, dijo a EL TELÉGRAFO Mariano Barrera, investigador de Flacsco y del Centro de Formación e Investigación de la República Argentina (Cifra), que depende de la Central de Trabajadores de Argentina (CTA), liderada por el maestro Hugo Yasky.

El equipo de investigadores de Cifra delineó dos escenarios sociales en virtud de los diferentes índices de inflación calculados para los meses de diciembre y enero pasados ante la falta de estadísticas confiables desde la anterior gestión kirchnerista.

En el escenario A, con una inflación de 4% en diciembre y un índice similar en enero, la pobreza creció de 19,7% a 22,1%, con 1,2 millones de nuevos pobres y un total de 9,6 millones de personas en esa condición. En el escenario B, con una inflación de 6% en diciembre y 5% en enero, la pobreza trepa al 23,3% con 1,8 millones de nuevos pobres y un total de 10,3 millones. Muy lejos del 49,7% de pobreza que heredó el kirchnerismo en 2003, pero con un fuerte retroceso que preocupa a los trabajadores.

Hoy en Argentina una familia necesita, de acuerdo con esos dos escenarios, entre $ 531 y $ 546 para no caer en la pobreza. Y entre $ 244 y $ 251 para evitar la indigencia.

“Todo este panorama se da en un período de tiempo sin aumentos de salarios, pero sí de precios y con una devaluación del 40%”, sostuvo Barrera.

El panorama que le espera ahora a los trabajadores argentinos dependerá de cómo logren articular los aumentos salariales anuales previstos en las “paritarias” (negociaciones colectivas entre gremios y patronales reintroducidas por el kirchnerismo tras 40 años) que comenzaron con los docentes este mes y continuarán en marzo con los demás sindicatos.

En Argentina el promedio de recuperación del salario fue fuerte hasta el 2011 y se mantuvo estable con algunos vaivenes hasta el 2014.

Ahora “todo va a depender de las negociaciones de los sindicatos”, indicó el investigador, quien añadió que ahora, con esta devaluación  y las alzas de precios, el salario real cayó entre 9% y 11%. (I)