La población civil en Ucrania ha quedado bajo la línea de fuego y corre peligro de muertes indiscriminadas por parte de ataques de las fuerzas gubernamentales como de las milicias separatistas.

En un informe publicado por la organización defensora de los derechos humanos Amnistía Internacional (AI), y titulado “Ucrania: Debe protegerse a la población civil de Debaltseve y demás zonas en disputa”, se informó que tras el anuncio, por parte del Grupo de Contacto para Ucrania (Rusia, Ucrania, OSCE), del acuerdo de alto el fuego alcanzado esta semana en Minsk, “ambos bandos deben tomar de inmediato medidas para proteger a los civiles hasta que la tregua entre en vigor”.   

“Tanto las fuerzas gubernamentales ucranianas como las milicias separatistas deben dejar de inmediato de efectuar ataques indiscriminados, que matan a civiles, y permitir que éstos huyan de las zonas en disputa, como Debaltseve, en condiciones de seguridad”, destacó el documento dado a conocer en Londres.

Según Amnistía, debido a que el alto el fuego no entraría en vigor hasta la medianoche del sábado, el riesgo de que haya víctimas civiles mientras continúan las hostilidades “es sumamente alto”.

“Los civiles atrapados en las zonas afectadas, como la localidad aislada de Debaltseve, corren especial peligro, pues ambos bandos intentan conseguir más territorio antes de que se detengan los combates”, agregó.

Joanne Mariner, asesora general de respuesta a las crisis de Amnistía Internacional, y quien acaba de regresar de esa localidad, dio cuenta de la gravedad del problema. “A la vista de la intensidad de los combates que se libran actualmente en Debaltseve y del probable empeño en intensificar las hostilidades para ganar terreno, tememos por la seguridad de la población civil”, destacó la experta.

“Cuando fuimos a Debaltseve (sudeste) la semana pasada, encontramos devastación y sufrimiento. Aunque muchos civiles han sido evacuados, quedan aún varios miles, entre ellos niños,  pensionistas y personas con discapacidades”, agregó.

El informe de Amnistía destacó que aún hay un número desconocido de civiles atrapados en Debaltseve, zona bajo control ucraniano, sometida en la actualidad a intensos ataques de las milicias prorrusas.

En una visita de investigación realizada por Amnistía Internacional durante las 2 últimas semanas, la organización ha visto a la población de Debaltseve apiñarse en refugios improvisados en sótanos, por temor a los casi incesantes ataques con cohetes y artillería.

Sin electricidad, agua corriente ni otros servicios básicos, los habitantes de Debaltseve dependen casi por completo de la ayuda humanitaria.

En el documento presentado por la ONG, el grupo destacó que en el conflicto del este de Ucrania, “ambos bandos han violado las leyes aplicables en la guerra al efectuar ataques indiscriminados que han matado a civiles”.

Y subrayó que la intensidad de la violencia y la frecuencia con que se producen muertes civiles “han empeorado con la reciente escalada de las hostilidades”.

“Han muerto decenas de civiles en las últimas semanas, desde que se intensificaron las hostilidades, pues ambos bandos continúan empleando armas de efecto indiscriminado, que jamás deben utilizarse para bombardear zonas densamente pobladas”, afirmó Mariner.

El martes pasado, un ataque con cohetes contra la localidad bajo control de Kiev de Kramatorsk, mató a 16 civiles, y otro similar efectuado el miércoles contra la ciudad bajo control separatista de Donetsk mató al menos a otros cinco.