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Más de 11.000 procesos adelanta la fiscalía contra 7.000 combatientes

Santos y FARC sellan hoy un largo proceso a favor de la paz

Un graffiti con una frase que dice: “La paz es nuestra”, se exhibe en Bogotá. El anuncio del alto al fuego emocionó a toda Colombia, que espera que hoy se cristalice definitivamente el acuerdo.
Un graffiti con una frase que dice: “La paz es nuestra”, se exhibe en Bogotá. El anuncio del alto al fuego emocionó a toda Colombia, que espera que hoy se cristalice definitivamente el acuerdo.
Foto: AFP
23 de junio de 2016 - 00:00 - Gustavo Veloza Posada, corresponsal en Bogotá

Un hecho histórico se vivirá hoy en la Habana, cuando el gobierno colombiano y la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) sellen definitivamente la finalización del conflicto armado y quede lista la firma del proceso de paz.

En efecto, sobre el medio día de este jueves, el presidente Juan Manuel Santos y los líderes de la guerrilla, firmarán el punto definitivo que dirá que la guerra entre el grupo armado y el Estado colombiano definitivamente se terminó.

Testigos de este acto serán el secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon; el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry; el presidente de Cuba, Raúl Castro; y los presidentes de Chile, Michelle Bachelet y de Venezuela, Nicolás Maduro, como naciones garantes del proceso de paz.

El anuncio sobre este logro emocionó a todo el país. Desde Bogotá hasta Cartagena y Barranquilla, los colombianos no dejaron de expresar su complacencia y alegría porque de una vez por todas la guerra finaliza. “Se acabó, por fin vamos a vivir en paz”, gritó en una calle de Bogotá Rosalba Atehortúa, una vendedora de pasteles que desde hace años tuvo que llegar a la capital desplazada de la provincia del Caquetá, donde los combates entre las FARC y los militares no daban tregua.

El expresidente liberal, César Gaviria, celebró el anuncio del fin del conflicto y en una declaración no solo felicitó al presidente Santos por haber cumplido “la tarea que le encomendó la sociedad” de alcanzar la paz, sino que anunció el apoyo del Partido Liberal para impulsar la aprobación del plebiscito por la paz y de todas las reformas que requiera la implementación de los acuerdos.

Según pudo establecer EL TELÉGRAFO, lo alcanzado ayer entre las partes y lo que se firmará hoy,  significan tres acuerdos en el último punto denominado Fin del Conflicto, que está constituido por siete apartados. El primero, y el más emblemático, es la hoja de ruta que conducirá al cese bilateral y definitivo del fuego y de las hostilidades. Ello implica el funcionamiento de los mecanismos de verificación y las características de las denominadas zonas de ubicación.

Por petición del presidente Santos, las partes que negocian en La Habana adelantaron reuniones para terminar los detalles de la estructura del acuerdo que, entre otros, comprendería 26 zonas de ubicación temporal para la guerrilla y los términos para el cese al fuego y de hostilidades bilateral y definitivo.

Asimismo, en materia de dejación de armas, por ahora solo se anunciaría el mecanismo que se implementará para que la guerrilla se despoje de las armas, las zonas, procedimientos y destino final de estas. “Si los negociadores hacen un último esfuerzo para lograr terminar ese punto definitivo, que es el cese al fuego y el cese de hostilidades, habremos dado un paso fundamental en la consecución de esa paz”, manifestó Santos.

En la mesa de diálogos cada punto está íntimamente ligado con los otros: el cese bilateral, las zonas de concentración y el proceso de dejación de armas hacen parte de un todo. De ahí que el otro acuerdo en el que trabajan sea sobre esto último y en él la mecánica es técnica y tiene que ver en cómo será el proceso gradual de desarme.

A la jurisdicción especial de la justicia para la paz irán los más de 11.000 procesos que adelanta la Fiscalía contra más de 7.000 miembros de las FARC y su investigación estará en manos de un grupo especial delegado de la Fiscalía que adelantará los casos en contexto.

La jurisdicción especial se encargará de juzgar los delitos más graves cometidos durante el conflicto por los guerrilleros y agentes del Estado; en ese sentido, se impondrán sanciones restaurativas a quienes cuenten la verdad y reconozcan su responsabilidad. Las penas para aquellos que colaboren con la verdad y la reparación serán de ‘restricción efectiva de la libertad’, que podrían ser granjas u otros mecanismos para reducir la libertad de los sentenciados.

Un punto a tener muy en cuenta son los 444 miembros de las FARC condenados por delitos indultables, como son: rebelión, fabricación, tráfico, porte de estupefacientes, concierto para delinquir, secuestro, extorsión y utilización ilegal de uniformes. Según fuentes de la Fiscalía sus procesos pasarán a revisión por la jurisdicción especial que eventualmente evaluaría posibles rebajas que dependerían de su verdad.

Un plebiscito para refrendar pacto

Cuando al fin se pueda plasmar la firma del proceso de paz dará inicio el plebiscito convocado por el Gobierno para refrendar los acuerdos de la Habana.

Para ese momento, el Gobierno espera que la Corte Constitucional se haya pronunciado a favor del plebiscito. Por su parte, según el senador Roy Barreras, las FARC adelantarán una conferencia con sus estructuras en Colombia con la consigna de socializar el acuerdo final.

“Esperamos que 45 o 60 días después de la firma se vote la consulta, que es lo que activa los mecanismos de seguridad jurídica (…). El día después, el presidente activará el dispositivo del procedimiento legislativo especial para poder implementar las leyes o reformas necesarias para adelantar los acuerdos”, afirmó Barreras.

Los miembros de las FARC serán concentrados en zonas rurales

Reunir a los distintos frentes de las FARC que operan a nivel nacional en zonas específicas del territorio se podrá hacer debido a la modificación de la Ley de Orden Público. Esta norma contempla la concentración en zonas rurales donde las instituciones del Estado puedan funcionar con normalidad.

Los guerrilleros ubicados en estos lugares tendrán una suspensión de órdenes de captura hasta que el Gobierno lo determine. Para Mery Rodríguez, experta en resolución de conflictos y directora de la maestría de la Universidad Javeriana en ese mismo tema, esta será una labor logística que implica alimentación, agua e incluso medidas sanitarias. Pero más allá de esto, uno de los problemas es que se parte del desconocimiento del número total de combatientes. “La cifra de quienes entregan armas no necesariamente será la misma de quienes se van a desmovilizar. En El Salvador, por ejemplo, entregaron armas más personas que las que participaron en el proceso de reinserción”, señala Rodríguez.

Una vez estén concentrados comenzaría a operar el sistema de justicia transicional, acordado por ambas partes. Esta justicia requerirá normas ajustadas a estándares internacionales, que prohíben crímenes de lesa humanidad, crímenes de guerra, genocidio, tortura, desaparición forzada, violencia sexual, ejecuciones extrajudiciales, sustracción de menores, desplazamiento forzado y reclutamiento de menores. (I)

DATOS

El conflicto armado le cuesta al Estado colombiano unos 30 billones de pesos colombianos ($ 10.150 millones) al año con los que se mantienen las operaciones y a casi medio millón de militares y policías que componen la Fuerza Pública.  

Durante el Gobierno del expresidente Álvaro Uribe (2002-2010) se promulgaron dos impuestos para financiar los gastos del conflicto armado, que se suspendieron en 2014.

La guerrilla, que aglutina alrededor de 6.000 combatientes y que hace una década llegó a estar a solo 18 kilómetros de Bogotá y dominó amplias zonas en todo el país, actualmente tiene una fuerte presencia en el suroeste de Colombia, especialmente en los departamentos del Cauca y Nariño, en el Chocó (oeste) y en algunas zonas del Meta (centro) y Antioquia (noroeste).

CRONOLOGÍA

En el 2010 Juan Manuel Santos es elegido como presidente de Colombia y responde positivamente ante una oferta de las FARC para iniciar conversaciones. Así iniciaron los diálogos, desarrollados en La Habana y que han sido respaldados por los líderes de la región

Gesto de paz (2011)
Las FARC liberan varios rehenes, lo que se describe como un “gesto de paz” unilateral.

Diálogos de paz (2012)
El Gobierno de Colombia y los insurgentes se reúnen en la capital cubana para dialogar.

Reelección (2014)
El presidente Santos gana un nuevo mandato de cuatro años en el cargo y dice que espera firmar la paz en el plazo de un año. Agilitan los diálogos en Cuba.

15 ciclos (diciembre 2014)
Tras superar varios tropiezos las partes retoman el debate con 15 ciclos cerrados en Cuba.

Desminado (marzo 2015)
Ambas partes acordaron el retiro de minas antipersonales. Inicia en Antioquia y Meta.

Acuerdo Final (septiembre 2015)
El Gobierno colombiano y las FARC, con la participación del presidente Raúl Castro, anuncian un histórico acuerdo para la paz que podría firmarse en seis meses.

Reforma de ley (09/03/2016)
El senado aprueba  la Reforma a la Ley de Orden Público. El presidente suspende las detenciones de guerrilleros.

John Kerry (21/05/2016)
John Kerry, secretario de EE.UU., se reunió con los negociadores para reconocer los avances.

Plebiscito por la paz (26/05/2016)
El presidente Juan Manuel Santos, solicitó a la Sala Plena Constitucional que declare exequible el plebiscito por la paz para refrendar los acuerdos. (I)

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