Los últimos sondeos que otorgan una popularidad del 40% a la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, motivaron a la oposición a impulsar una interna abierta entre los distintos precandidatos presidenciales para que el ganador enfrente al postulante del ‘kirchnerismo’ en las elecciones de octubre de 2015.

“La oposición tendría que ir” a unas elecciones internas entre los distintos partidos políticos y alianzas para elegir a un solo postulante a la presidencia, dijo Gerardo Morales,  jefe del bloque de senadores de la Unión Cívica Radical (UCR), integrante de la alianza de centroizquierda Unen con el socialismo y otras agrupaciones minoritarias.

Morales precisó que en las internas deberían participar Mauricio Macri, alcalde de la ciudad de Buenos Aires y candidato de la derechista Propuesta Republicana (PRO); el diputado y líder del Frente Renovador peronista Sergio Massa y “todos los partidos de Unen”.

“Sin mezclarnos y sin generar un rejunte de gobierno. Cada uno con su fórmula y programa, que el que gane gobierne”, dijo Morales, que quiere ser candidato a gobernador en la provincia de Jujuy, fronteriza con Bolivia. Morales ya dio el primer paso: se mostró públicamente en una reunión con Massa.

En la Argentina las internas son obligatorias. Dos meses antes de las elecciones generales, los distintos partidos o alianzas deben participar en unas Primaras Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO), ya sea con un candidato consensuado, con dos o más postulantes. El voto es obligatorio y cada elector elige en qué interna participar. Los comicios de hecho se convierten en un sondeo a cielo abierto de cara a las elecciones generales.

Pero Morales no está solo en ese sueño de agrupar a la oposición en torno a un solo candidato a presidente, sin importar si se trata de un dirigente de derecha, peronista o de centroizquierda. El objetivo es impedir un nuevo gobierno ‘kirchnerista’, más allá de quien sea su candidato. La diputada nacional y líder de la llamada Coalición Cívica, Elisa Carrió, se fue de Unen dando un portazo porque no era escuchada cuando pregonaba por la unidad opositora.

Carrió instó a la dirigencia “a dejar de mirarse el ombligo” y “buscar la unidad frente al delito” que a su juicio simboliza el gobierno. “El pueblo reclama unidad frente al delito, el narcoestado y el crecimiento de la pobreza”, dijo.

Desde el “massismo” prefieren mostrarse cautos, aunque profundizan el diálogo con referentes de Unen y se concentran en fortalecer la figura de su líder, que en los sondeos mantiene un virtual empate con Macri y el más fuerte precandidato del ‘kirchnerismo’, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, quien sin embargo no goza de la confianza presidencial.

El “macrismo”, en tanto, tiende la mano a la construcción de una “alternativa de mayor representación que la del PRO solito”. La senadora Gabriela Michetti dijo que Macri “se ha mostrado a favor de una interna más amplia”, aunque las dudas aún persisten.

El diputado del PRO, Héctor Baldassi, dijo a EL TELÉGRAFO que “Macri está construyendo, desde abajo hacia arriba una tercera vía como opción al ya desgastado bipartidismo clásico” entre peronistas y radicales.

“El constante subibaja al que los argentinos nos estamos acostumbrando es fruto de que en los últimos 25 años nos gobernaron siempre los mismos. Queremos abrirle la puerta de la política a todo el mundo. Somos un partido frentista pero con una identidad propia. A eso apuntamos. Juntarse con el único objetivo de ganarle a otro, no sirve”, concluyó.