Irak.-

Al menos 232 personas de población de Hamam al Alil cercana al sur Mosul, Irak, fueron asesinadas por el Estado Islámico (EI) en un solo día. Ocurrió el pasado miércoles en medio del despliegue de la ofensiva iraquí para arrebatar al autodenominado califato islámico de las manos de los terroristas.  

El portavoz de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas, Ravina Shamdasani, denunció que entre las ejecuciones hay decapitaciones, amputaciones o lapidaciones que se volvieron cotidianas desde la irrupción de los yihadistas en junio de 2014.

Entre los asesinados figuran 190 exmiembros de las fuerzas de seguridad iraquíes y 40 civiles que se negaron a obedecer las órdenes de los yihadistas.

La ofensiva lanzada el 17 de octubre por las fuerzas iraquíes para arrebatar Mosul al EI, su último gran bastión en Irak, les permitió cercar a los yihadistas por el norte, el este y el sur de la ciudad.

El número de personas que huyen de la organización extremista va en aumento.Las organizaciones humanitarias se apresuraron ayer a instalar campamentos con capacidad para acoger a los civiles.

La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) afirmó que, desde el inicio de la operación, 15.804 personas se desplazaron, la mayoría en la región de Mosul.

Karl Schembri, del Consejo Noruego para los Refugiados (NRC), advirtió: “Si la situación ya es preocupante ahora, cuando las fuerzas iraquíes penetren completamente en Mosul asistiremos a un desplazamiento masivo”.

Pero los desplazados de guerra son solo uno de los múltiples problemas que amenazarán Irak después de los combates. Otro asunto importante que tendrá que resolverse será la relación entre Bagdad y la región autónoma kurda.

Las fuerzas peshmerga kurdas tienen un destacado papel en la guerra contra el EI, combatiendo a los yihadistas, pero al mismo tiempo expandiendo los territorios que controlan más allá de la frontera. (I)