La ONU critica políticas de ajuste en Grecia y España
Las protestas no cesan en España. Esta vez los “indignados” se manifestaron ayer en contra de una nueva normativa de la reforma laboral y del Pacto del Euro; mientras que, a su vez, las Naciones Unidas criticó las políticas de austeridad del país ibérico y de Grecia.
En un informe mensual sobre la situación social divulgado ayer, el organismo internacional consideró que las nuevas medidas amenazan el empleo y ponen en peligro la recuperación económica.
“Las medidas de austeridad adoptadas por ciertos países como Grecia y España frente a un excesivo endeudamiento público no solamente amenazan el empleo en el sector público y los gastos sociales, sino también convierten en más frágil e incierta la recuperación económica”, detalla el informe del departamento de Asuntos Económicos y Sociales de la entidad.
“Los gobiernos deben reaccionar con prudencia a las presiones en favor de la consolidación presupuestaria y de la adopción de medidas de austeridad, si no quieren arriesgarse a que se interrumpa la recuperación de su economía”, prosigue el documento.
Este problema no afecta únicamente a las economías avanzadas, dicen los expertos de las Naciones Unidas, que advierten que varios países en desarrollo, especialmente los que se benefician de programas del FMI, también padecen presiones para reducir sus gastos públicos y adoptar medidas de austeridad.
“Es esencial que los gobiernos tomen en cuenta las consecuencias sociales probables de sus políticas económicas sobre alimentación, salud y educación, para no penalizar el crecimiento económico a largo plazo”, insiste la ONU.
Sin embargo, los reclamos contra las medidas de austeridad continúan. Un grupo de “indignados” españoles se concentró ayer frente al Congreso, en el centro de Madrid, tras pernoctar allí en protesta por una nueva ley para que los empresarios puedan cambiar las condiciones de los trabajadores sin el acuerdo de los sindicatos.
El 10 de junio, el gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero aprobó esta reforma, que pretende dar más libertad a los empresarios para rebajar las condiciones de los empleados si lo consideran necesario en tiempos de crisis, con el fin, afirman las autoridades, de fomentar la creación de empleo y bajar la tasa del 21% de desempleo que sufre el país.
Ante ello, una docena de furgones de la policía bloqueó ayer la entrada al Congreso de los Diputados a los manifestantes, quienes mostraban pancartas con lemas como “¡Basta!” y “¡No es una crisis, es una estafa!”.
Muchos de los concentrados, que protestaron por las duras medidas gubernamentales para hacer frente a la crisis y para pedir menos corrupción a los políticos, pasaron la noche en la calle en sacos de dormir y en carpas de campaña.
“Creo que es injusto”, expresa Elsa Tobeno, madre soltera de 45 años que hace cuatro perdió su empleo en una guardería y se queja de las reformas laborales tomadas por el gobierno.
