La ONU alertó ayer  de que Siria se sumirá pronto en una guerra civil si continúan los “ataques indiscriminados” contra la población civil a manos de las fuerzas gubernamentales, por lo que pidió acción a la comunidad internacional para que se logre el fin de la violencia, mientras  representante ante la ONU de la nación árabe  solicitó  ayuda para combatir al terrorismo en su país.

Así lo aseguró ayer  la alta comisionada para los Derechos Humanos del organismo internacional, Navy Pillay, ante los 193 miembros de la Asamblea General, a quienes mostró su consternación por las “graves violaciones” de las que son objeto los civiles sirios y a quienes exhortó a realizar una acción colectiva para frenar la crisis.

Pillay recordó  que los crímenes continúan mientras se encuentran reunidos para analizar la situación en el país árabe. Además denunció el uso sistemático y extendido de torturas en los centros de interrogación y detención de las fuerzas de seguridad, a las que acusó también de episodios de violencia sexual y de dirigir la represión también a los menores, ya que se estima que unos 400 niños han muerto desde el inicio de la represión hace 11 meses.

Al hablar ante la Asamblea, el representante permanente de Siria ante la ONU, Bashar Jafari,  reclamó, por su parte, la ayuda de la comunidad internacional para combatir a los grupos terroristas y avanzar en los esfuerzos por satisfacer las legítimas demandas de su pueblo. “Ayúdenos a conseguir ese objetivo. Queremos vuestra colaboración para hacer realidad esos derechos. Paren de matar a mi pueblo”, reclamó. 

El diplomático reiteró la determinación del gobierno para proteger a su población civil frente a los ataques de los grupos armados terroristas que tratan de minar los fundamentos del Estado sirio.

Jafari destacó que la propia prensa estadounidense publicó declaraciones de dirigentes de la organización Al Qaeda que reivindicaron la autoría de los atentados terroristas registrados en las ciudades sirias de Damasco y Aleppo.

Asimismo, recordó que la lucha contra ese grupo y otros de la misma naturaleza está en el centro de la actividad de la ONU. Sin embargo, preguntó cómo este organismo podrá combatir al terrorismo si algunos de sus Estados miembros financian y envían combatientes a las filas de Al Qaeda para cometer acciones en Siria.

Siria rechazó también ayer la nueva exigencia de la Liga Árabe de imponer una fuerza de observación y paz conjunta con las Naciones Unidas, así como cortar los nexos diplomáticos, por considerarla un acto hostil y de injerencia.