Los rebeldes libios tienen detenidos a cientos de prisioneros en Trípoli, entre los que hay un gran número de extranjeros, informó la Cruz Roja, mientras que la Organización Internacional para las Migraciones (OIM)  realiza evacuaciones de inmigrantes  y libios atrapados en la ciudad.

Otros que han salido del país, según el  Ministerio de Relaciones Exteriores  de  Argelia, son  la esposa de Muamar el Gadafi y tres de sus hijos.  “La esposa de Muamar Gadafi, Safia, su hija Aisha, sus hijos Hanibal y Mohamed, acompañados por sus hijos, entraron en Argelia a las 08:45 (07:45 GMT) por la frontera con Libia”, señaló la Cancillería en un comunicado difundido por la agencia de noticias APS.

Mientras tanto, la   Organización Internacional para las Migraciones efectuó la evacuación  de 850 inmigrantes y desplazados libios atrapados en Trípoli, que se dirigen en el barco Azzura a Bengasi, según un comunicado de la institución.

Tras la primera evacuación de 263 personas completada el pasado jueves, la OIM ha ayudado ya a 1.100 personas a salir del país y huir de los cortes de petróleo y agua potable, así como de la escasez de comida y material médico.

El portavoz del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), Steven Anderson, aseguró, por su parte,  que los prisioneros de los rebeldes, la mayoría, son africanos subsaharianos,   en declaraciones a la agencia de noticias suiza ATS.

Un gran número de los residentes subsaharianos en Libia han sido enrolados, supuestamente, como mercenarios dentro de las fuerzas de Gadafi, por lo que las organizaciones internacionales han expresado ya su inquietud ante la posibilidad de que sean víctimas de represalias.

Los delegados del CICR, acompañados de un médico,   visitaron el domingo, a 62 de los detenidos, después de que a comienzos de la semana pasada tuvieron acceso a otra decena de ellos.  “Desde la Cruz Roja queremos visitar lo antes posible al mayor número de prisioneros para  verificar los motivos de su detención”, agregó.

Anderson señaló que desde el fin de semana  dos equipos quirúrgicos de 4 personas cada uno, proporcionados por la Cruz Roja, operan en el hospital de Seba (sureste de Trípoli) y cerca del aeropuerto, en el que  hay numerosos heridos. Los rebeldes han consolidado su control sobre la capital y prosiguen su avance hacia Sirte, último feudo de Gadafi.