El presidente electo en Argentina, Mauricio Macri, anticipó una política de confrontación de su gobierno en América Latina al ratificar que solicitará la aplicación de la cláusula democrática del Mercosur a Venezuela por, supuestamente, romper el estado de derecho.

Fue una promesa de campaña que Macri ratificó ayer en su primera conferencia de prensa, pocas horas después de que el escrutinio confirmara su triunfo.

El político de la derecha argentina hizo propia la demanda de excarcelación del opositor venezolano Leopoldo López, quien fue juzgado por complicidad en incitar a la violencia política que costó 43 muertos, incluido el asesinato de un diputado nacional.

“Nuestra vocación es construir buenas relaciones con nuestros hermanos”, expresó Macri. “Es evidente que corresponde que se aplique esa cláusula, las denuncias son contundentes, no son un invento”, agregó el líder del partido derechista Propuesta Republicana (PRO).

Confirmó así lo que dijo en la campaña electoral de que si ganaba pedirá la actuación del Mercosur para exigir al presidente venezolano, Nicolás Maduro, que ponga en libertad a López. La esposa de este, Lilian Tintori, festejó junto a Macri la noche del domingo en el búnker de la alianza Cambiemos.

También expresó su apoyo al alcalde de Caracas, Antonio Ledezma, en prisión domiciliaria a raíz de las manifestaciones.

El Mercosur está integrado por Argentina, Bolivia, Brasil, Uruguay, Paraguay y Venezuela y su cláusula democrática prevé la posibilidad de suspender a un país socio en el bloque y hasta aplicarle sanciones comerciales o el cierre de fronteras en caso de ruptura del orden democrático o golpe de Estado.

Sus protocolos Ushuaia I y II establecen que “en caso de ruptura del orden democrático”, los socios “promoverán las consultas pertinentes entre sí y con el Estado afectado”.

Si las consultas resultaran infructuosas -agrega la letra de esos convenios- los demás socios “considerarán la naturaleza y el alcance de las medidas por aplicar, teniendo en cuenta la gravedad de la situación existente”.

Macri prometió, a su vez, una línea de buena vecindad con los países de la región, y dijo que se debe recuperar la dinámica en el Mercosur junto con la Unión Europea converger hacia la Alianza del Pacífico, esquema que propulsó Estados Unidos con Colombia, Chile, México y Perú.

Frente a esto, la oposición venezolana celebró el triunfo de Macri, y lo consideró un presagio de victoria a menos de 2 semanas de las elecciones en las que se disputará la mayoría en el Parlamento.

El logro de Macri “se emparenta con la victoria inminente del pueblo venezolano el próximo 6 de diciembre”, señaló la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) en un comunicado.

La plataforma reivindicó que Macri “ha mantenido una activa solidaridad con la causa democrática venezolana, expresada tanto en el reclamo de la libertad de nuestros presos políticos como en la exigencia que el régimen venezolano retorne a estándares democráticos mínimos”.

La MUD aseguró que es “crucial el rol de la nueva Argentina democrática, junto al de Brasil, Paraguay y Uruguay en el marco del Mercosur, y más allá de esa instancia, en los espacios de Unasur y la OEA”.

La Unasur es el único organismo internacional autorizado para vigilar los comicios. (I)