La mayoría de egipcios votó a favor de la nueva Constitución
Cerca de dos tercios de los votantes egipcios aprobaron una Constitución criticada por su tono islamita, según los resultados oficiosos de un referéndum, cuestionado por la oposición que denunció un fraude masivo y anunció que impugnará los resultados.
La Comisión Electoral dará a conocer hoy los resultados oficiales, pero los Hermanos Musulmanes, formación del presidente Mohamed Mursi, y los medios gubernamentales informaron que el 71% de los votantes aprobó la Constitución al término de las dos fases del referéndum realizadas el 15 y 22 de diciembre. Según los islamitas, la tasa de participación se situó en 32% de 25 millones de votantes.
Los resultados oficiosos se basan en las cifras proporcionadas por responsables de las oficinas electorales en todo el país.
“El pueblo egipcio continúa su camino hacia la finalización de la construcción de un Estado democrático moderno, después de haber pasado la página de la opresión”, se felicitó en un comunicado el Partido de la Libertad y de la Justicia (PLJ), rama política de los Hermanos Musulmanes.
“Tendemos la mano a todos los partidos políticos y todas las fuerzas nacionales para dibujar juntos las líneas del tiempo venidero y espero que comencemos todos una nueva página”, dijo en su cuenta de Twitter el presidente del PLJ, Saad el-Katatni.
Pero el Frente de Salvación Nacional (FSN), principal coalición de la oposición laica, anunció que cuestiona estos resultados, debido, según él, “al fraude, a las violaciones y a las irregularidades”.
El FSN “recurrirá al resultado de este referéndum”, declaró en una rueda de prensa uno de sus dirigentes, el nacionalista de izquierda Hamdeem Sabahi. Varias denuncias fueron presentadas ante la justicia.
“Nuestro combate es pacífico, queremos hacer caer una Constitución inválida argumentando irregularidades y una débil tasa de participación” (32%), declaró otro opositor, Amr Hamzawy.
En un comunicado, el FSN añadió que este referéndum “no es el fin del camino”, sino “solo una batalla” en el combate contra el poder del presidente Mursi.
La oposición, compuesta en su mayoría por movimientos de izquierda y liberales, considera que el texto abre la puerta a una interpretación rigurosa del islam y ofrece pocas garantías para algunas libertades.
El FSN, que exigía la anulación del referéndum, presionó a Mursi con masivas manifestaciones antes de lanzar una encarnizada campaña de última hora a favor del “no”.
La víspera de la segunda fase del referéndum, nuevos enfrentamientos estallaron en Alejandría (norte) entre partidarios y detractores del proyecto de Constitución, causando más de 60 heridos.
La prensa egipcia reflejaba ayer la división del país. “Egipto se dirige hacia la estabilidad”, titulaba el diario oficial Al Akhbar, mientras que el independiente Al Masri Al Yom denunciaba “violaciones en masa”.
Una vez que la Constitución sea ratificada, el Senado dominado por los islamitas recuperará el poder legislativo. Posteriormente, se convocará a nuevas elecciones legislativas en un plazo de dos meses.