Bogotá.-

La liberación de los últimos diez policías y militares secuestrados por las FARC, que se realizará en dos entregas, se retrasará del próximo lunes 26 de marzo hasta el viernes 30, confirmó ayer el delegado del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en Colombia, Jordi Raich.

Raich dio los detalles de los operativos tras una reunión con el Gobierno colombiano y el colectivo Colombianos y Colombianas por la Paz (CCP) y señaló que la misión humanitaria saldrá en busca de los secuestrados desde el aeropuerto Vanguardia de la ciudad de Villavicencio, en el centro del país.

La líder de CCP, la ex senadora Piedad Córdoba, aclaró, por su parte, que la delegación viajará a Brasil el 28 de marzo para recoger los helicópteros, el 29 volará a Villavicencio, el 30 saldrán a buscar al primer grupo de rehenes y, tras un día de descanso, los diez uniformados pueden estar de vuelta el 1 de abril. 

Previamente, la ex congresista colombiana, quien  lidera como mediadora ante las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, informó  que en el operativo participarán dos helicópteros brasileños en los que irán solo mujeres colombianas, un grupo en el que se encontrará con seguridad Marleny Orjuela, líder de un grupo de familiares de secuestrados y ex rehenes uniformados.

Los secuestrados que la guerrilla se ha comprometido a liberar son los militares Luis Alfonso Beltrán Franco, Luis Arturo Arcia, Robinson Salcedo Guarín y Luis Alfredo Moreno Chagüeza, y los policías Carlos José Duarte, César Augusto Lasso Monsalve, Jorge Trujillo Solarte, Jorge Humberto Romero, José Libardo Forero y Wilson Rojas Medina.

Los participantes en el proceso de liberación firmaron, la pasada semana, los protocolos de seguridad de estas liberaciones, proceso que el viceministro de Defensa, Enrique Bedoya, calificó como bastante delicado dado que se planea devolver a la libertad al grupo más numeroso de rehenes que la guerrilla ha entregado de manera unilateral en su historia.

El Gobierno de Colombia se  encontraba ayer a la espera de conocer los puntos de salida de las aeronaves desde el territorio colombiano para los procesos de liberación y así  iniciar la cuenta atrás de las entregas.

Mientras tanto, unos 500 guerrilleros iniciaron una huelga de hambre indefinida en diversas cárceles de Colombia en protesta por la negativa del Gobierno a que el colectivo Colombianos y Colombianas por la Paz los visite, informó ayer una fundación de solidaridad con estos reclusos.

La protesta se inició en la cárcel de Cómbita (centro) por parte de internos que pidieron a través de un comunicado la visita del CCP junto a una comisión internacional para verificar la actual situación de derechos humanos en las que viven.

Paralelamente, el Ejército de Colombia terminó ayer por la madrugada las tareas de rescate y evacuación de los 33 guerrilleros de las FARC que murieron a primera hora del miércoles en un bombardeo militar en el departamento del Arauca, fronterizo con Venezuela, informaron fuentes castrenses regionales.

La acción también dejó dos heridos, uno más del número de supervivientes que había sido informado la víspera. Los cadáveres fueron retirados una vez que la Policía Judicial puso término a sus diligencias en el área, actividad que tomó doce horas, según detalló la Octava División del Ejército en un comunicado difundido en Arauca, la capital departamental homónima.