La iglesia cristiana de Egipto es blanco, otra vez, de un atentado que deja 28 fallecidos
Los cristianos volvieron a ser blanco de violencia en Egipto, donde al menos 28 personas, incluidos niños, murieron ayer en un ataque de hombres armados y enmascarados contra el autobús que las trasladaba a un monasterio copto.
Esta incursión, en la provincia de Minia, coincide con la ofensiva lanzada hace meses por la rama egipcia del grupo yihadista Estado Islámico (EI) contra la minoría copta.
La organización extremista quiere multiplicar la violencia contra los cristianos que representan a cerca del 10% de los más de 90 millones de egipcios.
El Ministerio del Interior indicó que los asaltantes iban a bordo de tres pick-up cuando abrieron fuego contra el autobús que se dirigía al monasterio San Samuel, a más de 200 km al sur de la capital, antes de darse a la fuga. La televisión estatal mostró imágenes del autobús repleto de impactos de bala y con los cristales destrozados.
La prensa difundió gráficas captadas con teléfonos celulares que muestran numerosas víctimas sobre la arena del desierto alrededor del autobús.
“Utilizaron armas automáticas”, dijo el gobernador de Minia, Esam el Bedaui, a la televisión estatal.
Añadió que la policía patrullaba la carretera y montaron retenes de control.
La televisión pública indicó que el ataque dejó 28 muertos, citando al ministro de Salud. Un responsable del ministerio señaló que muchas de las víctimas eran niños, informaron los medios estatales.
En un comunicado publicado en Facebook, la iglesia copta pidió “medidas para prevenir los peligros de esos incidentes que empañan la imagen de Egipto”.
La mayor autoridad religiosa de ese país, Al Azhar, condenó el ataque del pasado viernes, en víspera de que comenzara el ramadán.
“El incidente de Minia es inaceptable para los musulmanes y los cristianos y atenta contra la estabilidad de Egipto”, declaró el gran imán Ahmed al Tayeb mediante un comunicado.
Israel, con el que Egipto firmó un acuerdo de paz en 1979, también condenó el sangriento incidente.
“Israel condena con firmeza el grave ataque terrorista en Egipto”, dijo, citado en un documento, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
Estado de emergencia
En los últimos seis meses, EI reivindicó los atentados suicidas contra dos iglesias coptas en los que murieron 45 personas al norte de El Cairo a comienzos de abril. Además de otro ataque suicida a un templo copto en el centro de la capital, que dejó 29 fallecidos en diciembre.
Tras el doble hecho del Domingo de Ramos, el presidente egipcio, Abdel Fatah al Sisi, declaró el estado de emergencia tres meses. Acusó entonces a los yihadistas de intentar dividir el país al atentar contra las minorías.
Los coptos forman la mayor comunidad cristiana de Oriente Medio y también una de las más antiguas, en un país donde los musulmanes sunitas son mayoría. La justicia civil anunció la semana pasada que envió a la justicia militar a 48 personas sospechosas de estar implicadas en los ataques a tres iglesias perpetrados desde diciembre.
Según la fiscalía, los acusados dirigían o pertenecían a “dos células” vinculadas al EI, en El Cairo y en el sur de Egipto, y siguieron “un entrenamiento militar en campamentos del EI, en Libia y en Siria”.
Una rama egipcia del Estado Islámico actúa en el norte de la península del Sinaí donde ataca con frecuencia a las fuerzas de seguridad, sobre todo desde que el Ejército destituyó en 2013 al presidente islamita Mohamed Morsi.
En esa zona ha llevado a cabo varios atentados contra cristianos, obligando a decenas de familias a huir desde enero.
La comunidad cristiana de Egipto recibió el mes pasado el apoyo del papa católico Francisco. Durante su visita de dos días, el Pontífice abogó por la tolerancia y el diálogo entre musulmanes y cristianos. Ferviente defensor del ecumenismo, Francisco se reunió entonces con el papa copto ortodoxo de Egipto, Teodoro II. (I)