La gente sale de ciudad libia por los ataques
Los rebeldes libios pierden cada vez más terreno debido al contraataque lanzado por las tropas del régimen, lo que ha generado que los habitantes de la ciudad de Ajdabiya (este), principal nudo de comunicaciones en la zona rebelde, comiencen a evacuarla.
La ciudad Brega (este) a 80 kilómetros de Ajdabiya, fue “depurada” de los insurrectos, anunció ayer la televisión estatal del régimen de Muamar Gadafi. Según un corresponsal de la AFP, decenas de rebeldes libios se retiraron ayer de Brega tras los fuertes bombardeos de las fuerzas del régimen de Muamar Gadafi. Sin embargo, el portavoz rebelde Mustafa Geriani, informó a EFE que los rebeldes aún controlan Brega, blanco de intensos bombardeos desde hace varios días.
El portavoz del Ejército libio, coronel Milad Husein, aseguró ayer que las fuerzas leales al líder libio marchan hacia el este para liberar a la nación de los rebeldes.
“Los grupos terroristas huyen ante los ataques. Hemos liberado Zauiya, Al Uqayla, Ras Lanuf, Brega, y el Ejército marcha para purgar el resto del país”, declaró.
Por ello, el temor a la ofensiva de las tropas fieles al coronel Muamar el Gadafi, que durante 41 años ha ejercido el poder omnímodo en el país, ha desatado los temores entre los libios de la zona que ven cómo se aproxima el ataque por tierra, mar y aire.
“Varias familias han abandonado la ciudad (Ajdabiya), pero la mayoría todavía permanece allí”, confirmó un miembro de la comisión de prensa de los rebeldes Bara al Jatib, quien subrayó que se habían intensificado las medidas defensivas y de seguridad mientras todavía resisten en Brega.
Geriani manifestó que la precariedad revolucionaria frente a la superioridad en armamento del régimen de Trípoli sitúa la amenaza inminente en Ajdabiya.
Los gadafistas han logrado recorrer los más de 120 kilómetros que separan Ben Yauad, donde fue detenido el avance rebelde, hasta El Águila, la última conquista de los gadafistas.
Al temor por las represalias a la población en rebelión se suma el miedo a un cerco a la ciudad de Bengasi, la capital provisional de los rebeldes, y la posibilidad de que los gadafistas alcancen Tobruk y de ahí la frontera con Egipto.
Los militares libios están aún a más de 250 km de Bengasi, pero solo la ciudad de Adjabiya los separa del bastión de la rebelión, donde funciona la instancia dirigente de la oposición libia, el Consejo Nacional de Transición.
“La euforia ya pasó. Tenemos miedo de lo que va a ocurrir”, comentó pesimista delante del cuartel general de los rebeldes Mohamed Gepsi, en momentos que las fuerzas libias avanzan hacia Bengasi, epicentro de la insurrección.
“Los jóvenes siguen determinados a combatir, pero las personas de más edad, sobre todo los padres y las madres, tienen miedo por sus hijos”, enfatizó.