La fiscalía alemana abriría proceso contra EE.UU. por espionaje
La fiscalía general alemana se plantea abrir un proceso en contra de Estados Unidos debido a las escuchas que hicieron los servicios secretos de ese país a uno de los teléfonos móviles de la canciller, Angela Merkel, indica la revista Der Spiegel en su edición de la próxima semana.
Según la publicación, el fiscal general, Harald Range, examina desde hace meses si hay suficientes indicios para abrir un sumario por el espionaje realizado en suelo alemán.
Der Spiegel asegura que la fiscalía divide el tema en dos campos. Por un lado, está el tema de la recolección sistemática de datos telefónicos de ciudadanos alemanes por los servicios secretos del propio país y, por otro, el caso concreto del espionaje a Merkel.
Mientras que en el primer caso, según Der Spiegel, la fiscalía considera que no hay suficiente material para abrir un proceso, en el segundo caso Range estima seriamente la posibilidad de empezar a investigar, lo que además le permitiría salir al paso de críticos que sostienen que la justicia alemana da un trato especial a EE.UU.
El espionaje estadounidense en Alemania y las escuchas a Merkel han creado turbulencias en las tradicionalmente buenas relaciones bilaterales.
El presidente de EE.UU., Barack Obama, intentó calmar los ánimos con una entrevista exclusiva a la Segunda Cadena de la Televisión Alemana (ZDF), emitida anoche, en la que aseguró que mientras él sea presidente Angela Merkel no será espiada por sus servicios secretos.
Un proceso en contra de EE.UU. en Alemania traería nuevas turbulencias, por ello el gobierno de Merkel tiene la esperanza, según Der Spiegel, de que la fiscalía haga uso de una disposición del código de procedimiento penal -artículo 153 apartado d- que le permite omitir investigación penal en el caso de que esta pueda acarrear un grave daño a la República Federal de Alemania.
En la entrevista a ZDF, Obama aclara que los servicios de inteligencia estadounidenses continuarán espiando a los gobiernos extranjeros. “Nuestras agencias de inteligencia, al igual que las agencias de inteligencia alemanas, y todas las otras agencias de inteligencia, continuarán interesándose en las intenciones de los gobiernos en todo el mundo. Eso no cambiará”, afirmó de manera tajante el gobernante.
Sin embargo, precisó que la canciller Angela Merkel no debía “preocuparse” por eso, a pesar de que uno de sus teléfonos celulares supuestamente fue sometido a vigilancia por la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) de Estados Unidos.
El presidente norteamericano insistió en que no permitirá que esa vigilancia perjudique sus relaciones de “amistad y confianza” con Merkel. “Puedo decir esto: mientras yo sea presidente de Estados Unidos, la canciller de Alemania no tiene que preocuparse por eso”, declaró.
Probablemente, el teléfono móvil de Merkel ya no sea objetivo de espionaje pero, de manera general, el presidente estadounidense no renuncia a prácticas que, en sus palabras, “pueden servir a nuestros objetivos políticos y diplomáticos”.
Estas prácticas fueron reveladas el año pasado por el exconsultor de la NSA, Edward Snowden, en un caso que afectó profundamente la relación transatlántica.
“No tiene sentido tener un servicio de inteligencia si hay que limitarse a lo que se puede leer en (el diario norteamericano) The New York Times o (el semanario alemán) Der Spiegel”, agregó.
En Alemania, cuyas relaciones con Estados Unidos han sido normalmente privilegiadas, las declaraciones de su presidente fueron recibidas con reservas, y se espera que “sus compromisos se concreten”.
El presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Bundestag (cámara baja del parlamento alemán), Norbert Röttgen, miembro del partido CDU de la canciller Merkel, consideró que las manifestaciones de Obama son “técnicas (...) Lamentablemente, no responden al verdadero problema”. Él señaló una “divergencia transatlántica” en cuanto a la ponderación de la libertad y la seguridad.
Según los analistas, los alemanes son más exigentes que otros europeos respecto a la vida privada por la experiencia del Tercer Reich.