La fiscal Viviana Fein reveló el viernes que el disparo que mató al fiscal especial de la causa AMIA, Alberto Nisman , se produjo a “una distancia no mayor a un centímetro” y precisó que “el disparo fue sobre la oreja, el arma fue apoyada sobre la sien”, según declaraciones a la revista argentina Página/12.

Confirmó que el proyectil sacado de la cabeza del fiscal corresponde a la pistola calibre 22 que le prestó su extraño empleado Diego Lagomarsino. “La autopsia es la única medida de prueba”, añadió la fiscal del deceso ocurrido el fin de semana pasado en Puerto Madero.

La jornada del caso comenzó el viernes con una versión del diario Clarín de que el disparo se efectuó a 15 o 20 centímetros, lo que daba a entender que otra persona le disparó al fiscal. La fuente de este dato fue un supuesto informe de la Policía Federal, el hecho fue desmentido por la entidad. “En la muerte del fiscal Nisman no intervino una tercera persona. Esa es la conclusión de la autopsia”, dijo la fiscal.

El viernes estuvo también en la fiscalía la exesposa de Nisman, la jueza federal Sandra Arroyo Salgado. En las 7 horas que pasó allí, estuvo 6 revisando la causa, tomando nota y haciendo fotocopias.

Por su parte, el abogado Claudio Lifschitz, testigo de la causa por el atentado a la mutual judía AMIA (un ataque con coche bomba que causó 85 muertos el 18 de julio de 1994), aseguró que los servicios secretos argentinos “utilizaron” al fallecido fiscal, “como vehículo para provocar una desestabilización y escándalo gubernamental” a través de una denuncia por encubrimiento contra la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.