La expansión de las colonias israelíes dispara la tensión en Gaza
Para los cerca de 2 millones de habitantes de Gaza parece no haber alivio. Israel volvió a lanzar una ofensiva militar contra el movimiento islamita Hamás en la Franja, el más grave desde que terminó la ofensiva ‘Margen protector’ el pasado 26 de agosto y que dejó 2.100 palestinos y 73 israelíes muertos.
La causa de este nuevo impasse es la construcción de 380 viviendas de la municipalidad israelí en 2 barrios de Jerusalén. Los palestinos denuncian que la expansión colonial supone la principal amenaza a la solución de 2 Estados.
En este contexto, fuentes de seguridad en la Franja indicaron que milicianos palestinos y soldados del Ejército israelí intercambiaron disparos a la altura de la aldea de Kuzah, en el sur de Gaza.
Como consecuencia de estos enfrentamientos, el miércoles murió un miliciano del movimiento islamita Hamás y resultó herido un soldado israelí.
El Ejército hebreo confirmó haber realizado un ataque aéreo y efectuado disparos desde un tanque blindado en una zona situada al este de Jan Yunes después de que francotiradores dispararon contra soldados que patrullaban el lado israelí de la frontera.
Fuentes médicas palestinas afirmaron que Tayseer al Ismary, de 33 años, murió por disparos israelíes. Un militante del movimiento islamita Hamás precisó que era un comandante del brazo militar del movimiento, las brigadas Ezedine al Qasam, responsable de la zona al este de Jan Yunes.
Hamás, por su parte, acusó a Israel de iniciar las hostilidades al intentar entrar en la Franja de Gaza. “La ocupación israelí es responsable de la tensión al este de Jan Yunes. Intentaron cruzar la barrera, provocando una respuesta de Hamás”, declaró el portavoz del movimiento islamita, Sami Abu Zuhri.
Las 380 viviendas autorizadas por Israel en 2 asentamientos judíos son en Jerusalén Este, informó un funcionario. Esa parte de la urbe debería ser la capital del futuro estado palestino.
“La Municipalidad ha dado luz verde a la construcción de 307 viviendas en Ramot y 73 en Har Jomá. Se trata del paso previo a que se inicien las obras”, precisó Pepe Alalo, concejal de la formación izquierdista Meretz.
Alalo, cuyo partido se opone a este tipo de decisiones, insistió en que el Ayuntamiento de Jerusalén “no entiende que no puede hacer las cosas sin tener en cuenta a la otra parte”.
“Para los palestinos, estas medidas son muy problemáticas y, a falta de diálogo, debemos adoptar pasos para impulsar la paz”, demandó.
En los últimos meses, Israel ha aprobado varios planes para construir en el territorio palestino ocupado en la Guerra de los Seis Días (1967), pese a las condenas de Estados Unidos y la Unión Europea (UE), entre otros actores internacionales.
Israel considera a la urbe su capital “eterna e indivisible”, pese a que no es reconocida como tal por la comunidad de naciones.
En los últimos meses, Jerusalén ha sido escenario de tensiones entre judíos y palestinos, azuzadas por el conflicto bélico en Gaza que concluyó hace 4 meses.
El titular de Exteriores israelí, Avigdor Lieberman, reiteró que Israel nunca considerará la construcción de colonias judías en Jerusalén como “actividad en los asentamientos”. Para la derecha hebrea la Ciudad Santa es la “capital indivisible y eterna” de Israel.
En Gaza el estado de sitio continúa. Israel admite solo la salida de personas en caso de emergencias humanitarias. Funcionarios de Naciones Unidas afirman que solo se ha entregado un 2% de los $ 100 millones prometidos en asistencia internacional para la reconstrucción y rehabilitación de la Franja.
Esta semana, Egipto abrió sus fronteras por primera vez desde octubre, y las mantuvo abiertas 3 días, lo que provocó disturbios en los pasos, y aduanas donde se concentró una multitud.