Los efectos del acuerdo alcanzado el pasado viernes en la cumbre europea, que ha abierto un nuevo frente de crisis con Gran Bretaña, han durado poco en unos mercados temerosos de que las agencias de calificación rebajen la nota de solvencia a la deuda europea, mientras que las protestas contra las medidas de austeridad continuaban.

Los nubarrones de la crisis se abatieron  de nuevo sobre las economías de la Eurozona con problemas de deuda y los mercados dejando atrás los efectos positivos del acuerdo que ha resquebrajado la unidad europea tras el rechazo de Gran Bretaña a suscribir el acuerdo para el pacto fiscal, que podría contar con el apoyo de los otros 26 países de la Unión Europea (UE).

Tanto el comisario de Asuntos Monetario de la UE, Olli Rehn, como el presidente francés, Nicolas Sarkozy, lamentaron que el primer ministro británico, el conservador David Cameron, haya rechazado sumarse al acuerdo para endurecer la disciplina fiscal en la Eurozona.

Sarkozy, que junto con la jefa del gobierno alemán, Angela Merkel, fue el artífice de este acuerdo, consideró que la negativa británica ha creado dos “Europas”, en una entrevista al diario Le Monde. Rehn lo lamenta no solo por el bien de Europa, sino también por el bien de los británicos y por su futuro.

El primer ministro británico, David Cameron, justificó ayer, por su parte, su veto a un nuevo tratado europeo como la “respuesta correcta” a la negativa de sus socios a aceptar unas exigencias modestas, pero insistió en que el Reino Unido sigue en la UE. “La elección era un tratado sin las salvaguardas adecuadas o ningún tratado, y la respuesta correcta fue ningún tratado”, declaró Cameron en una comparecencia en la Cámara de los Comunes, donde no estuvo el viceprimer ministro, el liberal demócrata Nick Clegg, tras haber criticado públicamente la posición del jefe de gobierno.

Pero la agencia de calificación crediticia Moody’s consideró que, con Gran Bretaña o sin ella, la cumbre se destacó por una ausencia de medidas para estabilizar a los mercados a corto plazo e indicó que volvería a examinar en los próximos tres meses la nota de la deuda de todos los Estados de la UE.

“La ausencia de medidas para estabilizar a los mercados a corto plazo significa que la zona euro y la UE, en general, siguen sometidas a nuevos choques y la cohesión de la zona euro (permanece) bajo una amenaza persistente”, indicó esta agencia.

En la primera prueba de fuego para la deuda soberana de un país de la zona tras el acuerdo, Italia pagó este lunes intereses de 5,952%, en ligera baja con respecto a una emisión anterior de deuda similar a 12 meses, aunque siguen excepcionalmente altos y amenazan los objetivos de reducir el déficit público.

Asimismo en este país, el gobierno de Mario Monti enfrentaba  la primera huelga de  los principales sindicatos italianos contra las medidas de rigor y austeridad, y  la reforma de las pensiones, mientras que procede a una nueva emisión de papeles de deuda pública. En verdadero pie de guerra, la Confederación General del Trabajo (CGIL), la Confederación Italiana de Sindicatos (CISL) y la Unión Italiana del Trabajo (UIL) llamaron a sus afiliados a interrumpir el trabajo durante tres horas, en la primera convocatoria unitaria en seis años.

Manifestaciones públicas fueron organizadas en   Italia y en particular frente el Parlamento, en Roma, donde los líderes de las organizaciones obreras tienen previsto pronunciar discursos durante la tarde.

“Estamos ante una situación de extrema gravedad. Los trabajadores y los jubilados con las categorías que pagarán el precio más alto por esta crisis”, dijo Susanna Camusso, secretaria general de la CGIL, principal sindicato del país.

Mientras tanto, los mercados asiáticos habían empujado al alza las esperanzas de que el acuerdo supondría un acicate contra la crisis, pero las bolsas europeas no lo vieron así y cerraron en rojo tras la nueva advertencia de la agencia Moody’s de que revisará la calificación de riesgo de las deudas soberanas. Así,  Londres perdía 1,83%, París 2,61%, Madrid 3,11% y Milán 3,79%.

De igual forma, Wall Street abrió  en terreno negativo y el Dow Jones de Industriales bajaba el 1,23% media hora después de que iniciara la sesión.