La división marcó la última jornada electoral en Egipto
Los egipcios eligieron ayer, en la segunda y última jornada electoral, a su primer presidente de la era post-Mubarak en un clima de enfrentamiento entre los partidos de los candidatos que aspiran al poder, el islamista Mohamed Mursi y el general retirado Ahmed Shafiq.
El jefe de prensa de Shafiq, Ahmed Sarhan, denunció que se registraron “muchas violaciones por parte de los Hermanos Musulmanes” y que “papeletas llegaron de la imprenta marcadas con el nombre de Mohamed Mursi”.
Sarhan agregó que empleados en los colegios electorales instaron a la gente a votar por el islamista, en especial a los analfabetos.
Uno de los portavoces de Mursi, Ahmed Deif, negó ayer la implicación de su grupo en el asunto de las papeletas marcadas y apuntó que la responsabilidad es de la Comisión Electoral y de la imprenta.
La tensión se agudizo más con el anuncio de las fuerzas militares que indicaron que el Poder Legislativo y las finanzas públicas en Egipto permanecerán bajo su control después de los comicios.
Unos 51 millones de egipcios estuvieron llamados a las urnas en esta segunda ronda electoral, cuyos resultados oficiales se darán a conocer en los próximos días.