Sin que haya desaparecido el ambiente caldeado de las elecciones presidenciales de junio, Juan Manuel Santos iniciará el próximo 7 de agosto su segundo período de gobierno en Colombia con una fuerte oposición legislativa liderada por su antecesor y senador Álvaro Uribe.

Desde el comienzo de la actual legislatura, el pasado 20 de julio, Uribe ha desplegado en el Congreso  todas las maniobras para acorralar al mandatario. Muestra de ello es que logró el respaldo de los senadores del Partido de la Unidad Democrática -que llevó a Santos para que gobierne otros 4 años- quienes bloquearon un debate en su contra sobre su presunta relación con los grupos paramilitares.

En una sesión que estuvo marcada por fuertes enfrentamientos entre los bloques de la izquierda y la derecha, el apoyo al jefe del Centro Democrático provino de su antiguo partido, La U, desde donde se pidió, por intermedio de los senadores Carlos Enrique Soto y Jimmy Chamarro, no apoyar el debate.

Jorge Robledo, el senador más veterano del Polo Democrático, dice que en sus 12 años como congresista no había ocurrido algo semejante.

Pero el pasado martes, la plenaria de la Corporación, tras una votación de 52 a 30, impidió al senador de izquierda, Iván Cepeda, adelantar su debate por presuntos vínculos del senador Uribe con personas relacionadas con el narcotráfico y el paramilitarismo. Por eso el Polo, el único partido de oposición, se declaró víctima de una censura “de las mayorías santistas”, pero en realidad quien resultó ganador fue el propio Uribe.

Desde el comienzo, la estrategia del Centro Democrático, el partido de los uribistas, era bloquear la votación de la plenaria, y de paso enviarle un mensaje al presidente Santos: en el Congreso van a tratar de bloquear todos los proyectos del Gobierno.

Y aunque la bancada de Uribe es de apenas 20 senadores, el controvertido político consiguió su primera victoria en el Congreso al atraer las mayorías que provinieron del partido del presidente Juan Manuel Santos, La U y el Partido Conservador.

Esta pequeña trifulca es apenas el comienzo de lo que será la pelea entre Santos y Uribe, teniendo como escenario el Congreso de la República.

Para el analista y politólogo Rodrigo Umber, los odios y la enemistad entre los 2 políticos no se van a detener en el Parlamento, sobre todo cuando el Legislativo tiene que abordar temas complejos como los diálogos de paz entre la guerrilla  y el Gobierno, una reforma política que va a transformar los partidos políticos, y profundas reformas a la salud y a las pensiones.           

“Uribe es un zorro viejo que puede controlar a los senadores, sobre todo los de su partido y los afines al presidente Santos. Eso ya lo demostró en esta primera votación, donde bloqueó el debate en su contra.

Además, la estrategia del expresidente será oponerse a todas las iniciativas del Gobierno”, indicó Umber. 

“Uribe es enemigo de los diálogos de paz, enemigo de quitar la reelección presidencial, y además busca una tribuna donde pueda ganar a ese populacho que lo sigue. Si Uribe está en el Congreso, será un verdadero dolor de cabeza para Santos, eso es seguro”, sostiene Umber.

El analista considera que debe tenerse en cuenta que el mandatario de los colombianos es un estratega en política, y por eso es que antes de su segunda posesión presidencial decidió nombrar como nuevo ministro del Interior a Juan Fernando Cristo, anterior presidente del Senado. “Cristo es un alfil de Santos, que lo ha defendido a capa y espada, y por eso desde la cartera del Interior le saldrá al paso a las intenciones de Uribe de sabotear, sobre todo, el proceso de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC)”, añadió el politólogo.

En sus primeras declaraciones como Ministro, Cristo dijo que “no hay que partir de la base de que el Centro Democrático se va a atravesar como mula muerta a las posibilidades de paz en Colombia”. Añadió: “Soy optimista y confío en que cuando se comiencen a presentar los debates para la implementación de las leyes del posconflicto, finalmente podamos hacer esfuerzos de concertación con el Centro Democrático para encontrar una legislación que garantice los derechos a la verdad, la justicia, a la reparación de las víctimas, las garantías de no repetición y que al mismo tiempo viabilicen las posibilidades de paz en Colombia”.

DATOS

El presidente Juan Manuel Santos, reelegido para un segundo periodo que se iniciará el 7 de agosto y durará hasta 2018, tiene el desafío de lograr la aprobación de normas que faciliten la desmovilización de los guerrilleros y regulen su posible participación en la vida política.   

Además de la paz, el nuevo Legislativo tendrá que atender, entre otros temas, reformas del sistema de salud, del Código minero, la justicia y de la estructura política, que incluye la abolición de la reelección presidencial, que benefició a Santos y a Uribe.

El mandatario cuenta con 48 senadores y 92 representantes en el Parlamento que hacen parte de su coalición, mientras que el Centro Democrático, movimiento creado por Uribe en 2013, tiene 20 senadores y 19 representantes.