Los activistas y defensores de los derechos de los inmigrantes están satisfechos por la resolución del Tribunal Supremo de Estados Unidos de rechazar la intervención en la disputa sobre la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, siglas en inglés).

Con el DACA, programa aprobado en la administración del expresidente Barack Obama, 690.000 jóvenes indocumentados conocidos como ‘dreamers’ o soñadores están protegidos de la deportación y tienen permisos de trabajo. No obstante, el presidente Donald Trump anunció en septiembre su fin y dio al Congreso hasta el 5 de marzo para una solución.

Maríaelena Hincapié, directora ejecutiva del Centro Legal Nacional de Inmigración, celebró la notificación en una entrevista con Telemundo: “Es una gran mañana para los beneficiarios de DACA y sus familias... Trump es el único que creó esta crisis y es al único al que se le puede acusar de no haber llegado a una solución todavía”.

Sin embargo, Hincapié aclaró que para aquellos que nunca fueron receptores de DACA lamentablemente no significa que a partir de ahora puedan optar por el programa. Al mismo tiempo urgió a todos aquellos que deben renovar su participación en el plan que lo hagan inmediatamente, ahora que hay una ventana abierta.

En contraparte, el presidente Trump advirtió: “Veremos qué ocurre, esa es mi actitud”. Mientras que la Casa Blanca decidió no criticar a los jueces por negarse a tomar el caso, pero enfatizó que el programa DACA “es claramente ilegal”.

La Suprema Corte de Estados Unidos rechazó el pasado lunes una petición presentada por el gobierno para rever decisiones adoptadas en dos tribunales inferiores y que mantienen vigente el programa DACA de protección a inmigrantes.

Es decir, sin un precedente nacional, sigue en vigor la decisión del juez William Alsup, de la corte del distrito de California, quien en enero ordenó a Trump que reactivara el programa para todo Estados Unidos y recepte solicitudes de renovación hasta que se resuelvan todos los litigios pendientes. (I)