La Cruz Roja pide un alto al fuego en Siria
Las fuerzas sirias prorrégimen mataron ayer a 57 civiles y seguían bombardeando Homs y un pueblo de Idled -según activistas- pese a una tregua solicitada por la Cruz Roja y a un llamado de las Naciones Unidas pidiendo acceso ilimitado para las organizaciones humanitarias.
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) solicitó de urgencia al Gobierno sirio y a las fuerzas opositoras que cesen las hostilidades al menos durante dos horas al día con el objetivo de poder incrementar la asistencia humanitaria a la población civil.
En un comunicado, Jakob Kellenberger, presidente del CICR, indicó que esa pausa debería durar al menos dos horas cada día, a fin de permitir que su personal y el de la Media Luna Roja siria tengan tiempo para distribuir la ayuda y evacuar a los heridos y a los enfermos.
El presidente del CICR recuerda que en la ciudad de Homs y en otras zonas del país familias enteras están bloqueadas desde hace días en sus casas, incapaces de salir para obtener alimentos básicos o medicamentos de urgencia por la violencia de los combates.
Kellenberger explicó que el Comité ha estado en contacto en los últimos días con las autoridades de Damasco y con líderes de la oposición para tratar de negociar esta pausa en las hostilidades.
Desde el 11 de febrero, los equipos de la Media Luna Roja siria y del CICR lograron entrar a las ciudades de Homs, Bludan, AL Zabadani y Madaya (zona rural de Damasco) para llevar asistencia humanitaria a las personas más vulnerables.
El jefe del Ejército Libre de Siria (ELS), formado por militares disidentes, el coronel Riad al Asad, recibió favorablemente la iniciativa.
El régimen del presidente Bashar al Asad, blanco de una contestación popular desde mediados de marzo de 2011, no ha reaccionado todavía, mientras que EE.UU. se declaró favorable a la idea de cese del fuego, pero rechazó armar a la oposición.
Según el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH), las tropas sirias bombardearon ayer Homs (centro) y Abdita, un pueblo de la provincia de Idled (noroeste), tras disparar contra manifestantes en Damasco, con un saldo de al menos 57 muertos.
Además, entre las víctimas mortales, 16 murieron en bombardeos contra el barrio rebelde de Bab Amr, en Homs, según la misma fuente opositora.