Los 63 artículos aseguran los derechos feudales a la aristocracia frente al poder del rey
La Carta Magna inglesa cumple 800 años
Esta semana comenzaron los festejos y celebraciones en Gran Bretaña por los 800 años de la Carta Magna, el documento histórico que dio pie a las democracias modernas.
En un acto simbólico en el mismo sitio donde la Carta Magna fue firmada en 1215 por el Rey Juan Sin Tierra y sus lores, en la localidad de Runnymede (Surrey), la reina Isabel II de Inglaterra, su esposo el Duque de Edimburgo y otros integrantes de la familia real, políticos, representantes de la Iglesia, como también el primer ministro británico, David Cameron, participaron de la conmemoración por el hecho histórico.
La Carta Magna fue un documento aceptado por el rey Juan I de Inglaterra ante el acoso de los problemas sociales y las graves dificultades en la política exterior.
Fue elaborada por lores y barones rebeldes después de tensas reuniones que trataban de resolver desigualdades surgidas de la opresión de nobles normandos a los pobladores anglosajones.
Los 63 artículos de los que consta la Carta Magna aseguran los derechos feudales a la aristocracia frente al poder del rey.
La influencia de la Carta Magna fue muy importante en documentos legales como la Declaración Universal de Derechos humanos de la ONU y la Constitución de Estados Unidos.
Durante las conmemoraciones en Runnymede, el príncipe Felipe, la princesa Ana, el arzobispo de Canterbury y el jefe de la Iglesia de Inglaterra, junto a la fiscal general de Estados Unidos, Loretta Lynch e integrantes de la Asociación de Abogados norteamericanos, presenciaron la inauguración de un memorial que reemplazaba una placa sobre la Magna Carta instalada en los años 50.
Como parte de las celebraciones, Cameron dio una ponencia oficial en la que afirmó que el documento histórico inspiró a diferentes generaciones y países.
Y destacó que alteró para siempre “el balance de poder entre el pueblo y su gobierno”.
“Muchas veces nos preguntamos por qué le damos tanta importancia a la Carta Magna. Porque al analizar la historia podemos ver de qué forma esta gran carta orgánica delineó al mundo, diría que durante gran parte del último milenio, ayudando a promover debates en pos de la justicia y la libertad”, destacó el jefe del gobierno británico.
Cameron también aludió al espinoso plan de su gobierno de reemplazar la Ley de Derechos Humanos con una ley británica de derechos, en medio de serias preocupaciones por parte de la Corte Europea de Derechos Humanos sobre su aplicación en el Reino Unido.
“Depende de nosotros en esta generación recomponer la reputación de estos derechos. Es nuestro deber proteger el legado, la noción, el histórico logro de esos barones”, destacó Cameron.
Por su parte, para el arzobispo de Canterbury, el reverendo Justin Welby, el documento histórico “elevó los valores morales hasta nuestros días”.
En su ponencia ante la Reina, el prelado advirtió cómo su predecesor medieval, el arzobispo Stephen Langton, jugó un rol importante como mediador en la elaboración de la Carta Magna.
Aunque admitió que la Iglesia “falló en el pasado a la hora de apoyar la lucha por la justicia social”.
“Desde el apoyo a la partición de tierras en Inglaterra en pos de los más ricos hasta la oposición a la Ley de Gran Reforma, pasando por tolerar todo tipo de abusos, con humildad debemos reconocer estas fallas (de la Iglesia)”, subrayó Welby.
En ese sentido, el Lord Dyson, presidente del grupo Magna Carta Trust que trabaja para preservar el legado de ese documento histórico, afirmó que esa Carta orgánica “fue un símbolo de democracia, justicia, derechos humanos y, lo más importante, de todo el respeto a la ley en todo el mundo”.
El experto, que es uno de los jueces de mayor trayectoria de Inglaterra, sostuvo también que varias cláusulas de la Carta Magna “siguen siendo utilizadas en el país, incluyendo el apartado que indica que ningún hombre libre puede ser detenido o apresado excepto por la decisión legal de sus pares o por la ley del país y que a nadie se le negará o demorará su derecho a la justicia”.
En tanto, el príncipe Guillermo, segundo en la línea de sucesión a la Corona británica y nieto de la reina Isabel II, inauguró una instalación de arte en Runnymede, titulada ‘El jurado’, inspirada en la 39ª cláusula de la Carta Magna, que le dio a la población el derecho a un juicio justo.
El artista Hew Locke, a cargo de la obra, afirmó que fue un ‘gran honor’ haber sido elegido para crear la instalación.
Como parte de las conmemoraciones, una copia de la Carta Magna fue trasladada en la barcaza real Gloriana por el río Támesis, en un desfile que incluyó a más de 200 embarcaciones.
Los barcos viajaron desde Hurley, en el condado de Berkshire, hasta Runnymede.
En total existen solo 4 ejemplares originales de la Carta Magna, todos ellos escritos en latín sobre piel de animal, dos de ellos que se encuentran en la Biblioteca Británica, uno en la Catedral de Salisbury y el cuarto en la Catedral de Lincoln, en el norte de Inglaterra.
La experta de la Biblioteca Británica en documentos históricos, la doctora Claire Breay, afirmó que lo más importante de la Carta Magna “es que estableció el principio de respeto a la ley”.
“Ese principio es fundamental hasta nuestros días”, señaló. (I)