El bloqueo ha provocado a La Habana daños por $ 1’112.534 millones en 52 años
La Cámara de Comercio, el principal lobby para finalizar embargo a Cuba
Desde Estados Unidos, muchos empresarios miran ya hacia La Habana y se ilusionan como nunca imaginando el futuro. Expertos del Instituto Peterson de Economía Internacional ya sacan sus cálculos y estiman que las exportaciones de bienes estadounidenses a Cuba pudieran llegar a $ 4.300 millones anuales, en caso de restablecerse relaciones comerciales entre ambas naciones.
El entusiasmo para capitalizar el histórico acercamiento entre La Habana y Washington, escuchado de viva voz en los últimos días, choca con la intransigencia de varias figuras republicanas, que parecen decididas a abrir una nueva pelea con la Casa Blanca y hacer todo lo posible para mantener el aislamiento a Cuba.
En esa discusión los empresarios ya tomaron partido. Thomas J. Donohue, presidente de la influyente Cámara de Comercio de Estados Unidos, fue uno de los primeros en darle la bienvenida al acercamiento que sellaron Barack Obama y Raúl Castro. Férreo defensor de la apertura, Donohue, quien viajó en mayo de este año a La Habana para reunirse con Castro, dijo que el acuerdo es “un gran avance para permitir el florecimiento de la libre empresa”, publicó El Confidencial.
“Creemos que un diálogo abierto y el intercambio comercial entre los sectores privados de Cuba y Estados Unidos traerán beneficios compartidos”, sentenció Donohue. La Cámara de Comercio es el principal lobby empresarial de Estados Unidos. Este año, ha invertido más de $ 91 millones para influir en el diseño de políticas y regulaciones, según la organización Open Secrets. En las últimas elecciones gastaron más de $ 35 millones, una cifra que ayudó a los republicanos a reconquistar el Capitolio.
Los empresarios quieren ahora apurar el fin del bloqueo a Cuba en busca de un objetivo concreto: más negocios, sobre todo en turismo, agricultura, construcción, servicios de telecomunicaciones y financieros. Cuba importa casi todos los alimentos que consume (Estados Unidos es su principal proveedor, pese al embargo) y su infraestructura es de otra época: hasta 2011, ningún cubano podía tener un teléfono celular.
Obama flexibilizará, por decreto, el embargo económico y las restricciones para viajar a Cuba. Pero solo el Congreso, que desde el próximo año controlarán los republicanos, puede aniquilar ambas políticas y terminar de allanar los obstáculos para la apertura.
Según los economistas del Instituto Peterson, en caso de materializarse la acción ejecutiva de Obama, las exportaciones de bienes cubanos a Estados Unidos pudieran llegar a $ 5.800 millones anuales, de cero en este momento. Mientras las de EE.UU. a Cuba alcanzarían $ 4.300 millones anuales. “Es una gran noticia, es un mercado completamente virgen”, dijo Seth Kaplowitz, abogado y conferencista en temas de finanza en la Universidad Estatal de San Diego, refiriéndose al mercado cubano.
Los intercambios comerciales entre ambos países fueron interrumpidos en 1962, después que Washington decidió imponer unilateralmente un férreo bloqueo económico, comercial y financiero contra Cuba, provocándole daños evaluados en 1’112.534 millones de dólares, en estos 52 años, publicó Prensa Latina.
En criterio de expertos, un levantamiento completo del bloqueo económico a la isla pudiera beneficiar, entre otros, a agricultores, fabricantes de vehículos y tractores, aerolíneas, compañías hoteleras y de telecomunicaciones de Estados Unidos.
Actualmente, Washington autoriza las ventas a Cuba de unos $ 350 millones anuales en productos agrícolas, como maíz, arroz, soya y pollo congelado, con pagos anticipados y sin acceso a créditos, según la Oficina de Productos Agrícolas de Estados Unidos.
Aunque las negociaciones entre Cuba y Estados Unidos se habían roto en 1960 el verdadero drama cubano vino con la Ley Helms Burton, que aleja mediante fuertes sanciones a inversores en la isla y aisló a Cuba del resto del mundo.
CUBANOS SOLICITAN VISAS PARA VIAJAR A ESTADOS UNIDOS
Cientos de cubanos esperan pacientemente cada mañana varias horas frente a la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana (SINA), con la meta de conseguir el milagro que les permita visitar familiares en Miami.
“Estoy segura de que voy a pasar la entrevista, porque mucho se lo he pedido a Dios. Espero que también me conceda el milagro esta vez”, declaró Elena Pérez, de 83 años, que aguardaba este lunes en el llamado “parque de los suspiros”, próximo a la SINA, para asistir a su entrevista para obtener la visa.
A diferencia de otras personas que se desplazaban de un extremo a otro de la pequeña plaza, o fumaban un cigarrillo tras otro, Pérez permanecía calmada, sentada en uno de los escasos bancos, tras recorrer 650 km desde la provincia oriental Las Tunas para la entrevista, un trayecto “agotador” para su edad.
Desde que llegan al amanecer para recibir el turno de la entrevista, por la que deben abonar $ 160, ocho veces el salario mensual promedio en la isla, que no son reembolsados en caso de rechazo, los solicitantes deben hacer unas seis filas, dentro y fuera de la SINA. La jornada puede extenderse hasta cinco horas, en las que permanecen casi todo el tiempo de pie.
Con la visa múltiple que otorga la SINA los cubanos pueden viajar a Estados Unidos las veces que requieran en un plazo de cinco años, pero solo pueden permanecer seis meses en cada visita.