La batalla contra el sida avanza en Latinoamérica
El sida disminuye en América Latina. El número de nuevas infecciones bajó desde el año 2000 hasta situarse en 1,8 millones de casos, y se centra ahora en la ampliación del acceso a los tratamientos médicos.
Mañana se cumplen 30 años desde que se registrara el primer caso de sida (5 de junio de 1981), una enfermedad con la que viven 34 millones de personas en el mundo y que ha causado la muerte de 30 millones, según datos de las Naciones Unidas, que indica que cada día se producen 7.000 nuevas infecciones.
A la cabeza de la lucha de los países latinoamericanos se encuentra Brasil, con un tercio de los seropositivos de Latinoamérica (592.914 casos desde 1980) y que es considerado un modelo por las Naciones Unidas en cuanto a políticas de prevención.
La distribución gratuita en 2009 de casi 480 millones de preservativos y lograr que la Organización Mundial del Comercio (OMC) reconociera que el derecho a unos medicamentos baratos prima sobre la protección de las patentes son algunos de los avances brasileños.
En ese mismo camino se encuentra Cuba, que hasta 2010 tenía casi 12.000 personas diagnosticadas y que, según datos oficiales, ha logrado mantener la prevalencia del virus de inmunodeficiencia humana (VIH) más baja de las Américas y un promedio de uno o dos nacimientos anuales de niños infectados. Desde 1992 el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología de La Habana investiga un remedio contra la enfermedad y actualmente trabaja en una vacuna terapéutica.
El director de Onusida para América Latina, César Núñez, aseguró que en la mitad de países de la región más del 70% de los infectados con VIH reciben tratamiento farmacológico, aunque cerca de 800.000 no lo tienen por falta de recursos.
Desde Argentina, donde 130 mil personas viven con VIH, la presidenta de la Comunidad Internacional de Mujeres Viviendo con el VIH-sida, Patricia Pérez, pidió que los gobiernos desvíen el dinero destinado a las armas para financiar la lucha contra la enfermedad.
Según el médico Pedro Cahn, impulsor del primer centro argentino de atención para personas con VIH, cuando se superpone el mapa de la enfermedad con el de la pobreza es asombrosa la similitud. Por ello preocupa Haití, que concentra el 46% de las personas con VIH en el Caribe con 120.000 casos, y donde la cobertura con antirretrovirales alcanza solo al 43%.
Pero quizás el mayor reto en América Latina es todavía hoy, 30 años después de haberse descubierto el primer caso en el mundo, erradicar el tabú que persiste en naciones como Ecuador (37.000 contagiados). El estigma y la discriminación hacen que muchos afectados en ese país afronten la enfermedad a escondidas por miedo al rechazo.