Uno de cada dos electores franceses rechazó el domingo votar en la primera vuelta de unos comicios legislativos que dentro de 5 días renovarán por completo la Asamblea Nacional gala.

La abstención, algo más del 51%, fue la más alta desde la fundación de la V República en 1958 y no habla demasiado bien de la confianza que los ciudadanos tienen en sus políticos. Pero a la hora de la verdad es una opción que no computa.

Y entre las que cuentan, hubo un triunfador indiscutible: el partido que lidera el presidente Emmanuel Macron. Como un tsunami arrollador, La Republique En Marche (LREM), una fuerza política que hace dos meses no existía, sentó las bases para alcanzar una victoria histórica. De lograrlo, al mandatario socioliberal se le abrirán de par en par todas las puertas para sacar adelante su extensa agenda de reformas.

LREM obtuvo ayer el 32% de los votos emitidos, lo que coloca a esta nueva marca política en una posición inmejorable para salir elegidos con una holgada mayoría el 18 de junio y, de paso, sepultar a las formaciones tradicionales, especialmente a un Partido Socialista (PS) en vías de naufragio.

Las proyecciones de cara a la segunda vuelta dan a la formación del presidente francés entre 390 y 445 asientos de los 577 que componen la Asamblea Nacional, muy por encima de los 289 que marcan el límite de la mayoría absoluta.

El resto de partidos apenas pudieron contener los daños del arrollador huracán macronista.

Los republicanos lograron algo más del 21% de los votos, el ultraderechista Frente Nacional (FN) se desinfló hasta el 13,44%, y la Francia Insumisa de Jean-Luc Melenchon apenas llegó al 11%. Pero la verdadera hecatombe se registró en el PS, hasta ahora la fuerza mayoritaria en el Parlamento, que con el 9% de los sufragios obtuvo su peor registro de la historia. (I)

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La peculiaridad del sistema electoral francés

En esta primera ronda solo fueron elegidos los candidatos que obtuvieron más del 50% de los sufragios y un número de votos equivalente al 25% de los electores.

Del resto de candidatos, solo los dos aspirantes que encabezan cada circunscripción y aquellos votados por al menos el 12,5 % de los inscritos, estarán en la parrilla de salida en la segunda vuelta del próximo domingo. Francia tiene la peculiaridad de extender una semana el veredicto final sobre la composición de la Asamblea. (I)