Tras la dimisión del presidente de Guatemala, Otto Pérez Molina, y su posterior arresto por acusaciones de corrupción, hoy más de 7,5 millones de guatemaltecos están convocados a las urnas para elegir a las máximas autoridades del país, en un proceso atípico y con previsiones de alta abstención por la falta de una reforma electoral.

Indígenas, estudiantes, colectivos de mujeres y de trabajadores se congregaron ayer en la Plaza de la Constitución para protestar contra la corrupción, una demostración que inició el pasado 25 de abril, luego de que se reveló el escándalo de corrupción en las esferas gubernamentales, y que el jueves tuvo su cúspide con una movilización de más de 100.000 ciudadanos para exigir la renuncia inmediata del mandatario, quien se resistió hasta el último momento.

La Guatemala que aún parecía atada a un temor heredado de los años de la represión militar se atrevió a romper el silencio y salió a las calles para gritar su repudio a la corrupción, encarnada esta vez en el caso de defraudación aduanera La Línea, que obligó a Pérez Molina a renunciar en el mes 44 de su gobierno.

Este caso, en el que habrían robado unos 1.000 millones de quetzales anuales ( $ 130,3 millones), fue destapado desde abril por el Ministerio Público (MP) y la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (Cicig) y actualmente mantiene en prisión a más de 60 personas, entre ellas a la exvicepresidenta Roxana Baldetti (2012-2015).

Para Manuel Hernández, periodista político del diario Prensa Libre, este hecho marcó un precedente y una esperanza para la ciudadanía abstemia; asimismo, señaló que será una gran responsabilidad para el actual presidente, Alejandro Maldonado, pues su gran reto es que los guatemaltecos vuelvan a confiar en las autoridades.

Listas vinculadas a la corrupción

En las elecciones de hoy, además de escoger al nuevo presidente y vicepresidente, se elige a 158 diputados, 338 alcaldes y 20 representantes al Parlamento Centroamericano. Según la empresa ProDatos, al frente figuran 3 aspirantes -de 14 postulados- con posibilidades de pasar a la segunda ronda el 25 de octubre, si ninguno alcanza al menos 50% de los votos. En primer lugar, con el 25%, está Jimmy Morales, un empresario y comediante de 46 años, del derechista Frente de Convergencia Nacional; le siguen, con 22,9%, el abogado derechista Manuel Baldizón, de 45 años, del partido Libertad Democrática Renovada; y se ubica tercera, con 18,4%, la exprimera dama Sandra Torres, de 59 años, de la socialdemócrata Unión Nacional de la Esperanza.

El periodista guatemalteco detalló que, tras la salida de Pérez, la población inició en redes sociales una fuerte campaña para llamar a la gente a sufragar. “Había un alto índice de abstinencia por la falta de garantías que otorga el actual sistema electoral y porque se desconoce el detalle de las personas o entidades que financian las campañas, ya que el principal problema de la política es que luego estas entidades se beneficien con contratos millonarios de obras públicas”.

A ese problema se le suma la falta de postulantes con transparencia, ya que solo una de las 3 listas que lideran los sondeos tiene postulantes desvinculados a casos de corrupción. El binomio de Baldizón, Édgar Barquín, fue vinculado a una red de lavado de dinero para financiar campañas electorales, mientras que la exprimera dama Sandra Torres, aspirante a la presidencia, fue vinculada en un caso de lavado de dinero en Panamá.

En una entrevista con EL TELÉGRAFO, el candidato Jimmy Morales comentó que ser el único candidato transparente le da una posición de alta responsabilidad.

“Siento un gran peso en mis hombros, la gente que confía en mí me respalda como última esperanza, pero también me advierte: ‘Confiamos en vos, pero por favor no nos vayas a fallar’. Mis exalumnos me dicen: ‘Nunca había votado por nadie pero ahora no nos vaya a fallar’”, señala el egresado de Ciencias Económicas como administrador de empresas y excatedrático universitario.

El también comediante, que ha consolidado una carrera como empresario hace 25 años, explica que inició su carrera política en 2011 como candidato a alcalde en el municipio de Mixco y aunque no ganó esos comicios fueron esos los pasos concretos que forjaron su actual postura.

“Yo creo que a los organismos internacionales les conviene mucho que una persona honorable esté a cargo del poder Ejecutivo de Guatemala; he forjado una carrera empresarial impecable en la que he demostrado mi capacidad administrativa”, detalla el también productor, escritor y director.

En cuanto a la reforma electoral que solicitan los guatemaltecos, manifestó que, aunque esto no le corresponde al poder Ejecutivo sino al Legislativo, esta medida será respaldada al 100%, ya que es un clamor popular. (I)