El Gobierno de Kuwait garantiza la transparencia de las próximas elecciones legislativas mediante el control judicial, la presencia de observadores internacionales y la participación de Transparencia Internacional en el proceso, según explicó este domingo el viceministro de Información, jeque Salman Sabah.

En una comparecencia hoy ante los medios extranjeros invitados por su Gobierno a presenciar las elecciones legislativas, Salman Sabah aseguró que su país tendrá unas "elecciones transparentes".

Citó como ejemplo las siete denuncias cursadas al poder judicial por supuesta compra de votos, a partir de los informes de Kuwait Transparency Society -la sección local de la ONG Transparencia Internacional- que ha habilitado un formulario para estas reclamaciones.

Además de los equipos de las asociaciones de abogados y periodistas locales, la Red Árabe para Elecciones Democráticas desplegará a 30 observadores internacionales para seguir el proceso.

El Parlamento fue disuelto el pasado 6 de diciembre por el emir de Kuwait, jeque Sabah al Ahmed al Sabah, una semana después de que el Gobierno presentara su dimisión debido a las protestas antigubernamentales.

Un total de 400.296 votantes, de ellos el 52,8 por ciento mujeres, están convocados el próximo jueves a las urnas para elegir a los 50 miembros de la Asamblea Nacional del Estado de Kuwait mediante un complejo sistema de votos y candidaturas unipersonales, dado que en el país no están legalizados los partidos políticos.

No obstante, en la Cámara funcionan diferentes bloques y tendencias que abarcan desde los salafistas e islamistas agrupados en cuatro corrientes hasta los parlamentarios de tendencias más liberales.

Del total de 389 aspirantes a un escaño por los cinco distritos electorales en los que está dividido el país, 29 son mujeres, diez más que en la convocatoria anterior, en la que cuatro obtuvieron representación, según los datos oficiales divulgados por las autoridades.

Los electores en el restringido sistema electoral kuwaití han de tener más de 21 años, mientras que los candidatos deben superar los 30.

El viceministro de Información, que recordó que su país es pionero en la región en la celebración de elecciones legislativas, aseguró a los periodistas que serán los kuwaitíes quienes decidan y afirmó que "está en manos de los votantes votar y elegir".

Sobre uno de los asuntos más controvertidos de la campaña, la legalización de las fuerzas políticas, advirtió de que su Gobierno debe "respetar la Constitución" -que no los permite-, aunque se mostró abierto a que el tema sea "estudiado cuidadosamente", por lo que no descartó que sea posible en el futuro.

Sobre los jóvenes y las mujeres subrayó que éstas "han tenido un gran éxito y han contribuido positivamente" en anteriores competiciones electorales y añadió que los jóvenes no tienen restricciones para participar.

"Hay bastantes candidatos para presentar sus ideas y propuestas", señaló, al referirse a las demandas de este sector social y al protagonismo que han cobrado en la llamada "Primavera Árabe".

El jeque Salman Sabah admitió que su país también se ve afectado por los cambios internacionales, pero destacó: "Contribuiremos con nuestra democracia, pues creemos en la democracia y tendremos elecciones transparentes".

No obstante, la campaña electoral parece más centrada en las cuestiones internas que en los problemas internacionales, aunque la región vive sometida no sólo a las revueltas internas y los procesos de transición, sino también a un creciente clima de confrontación, especialmente con Siria y el vecino Irán.

La crisis política en Kuwait se agudizó el pasado 17 de noviembre cuando miles de manifestantes entraron por la fuerza en el Parlamento después de que la Policía emplease la fuerza para disolver una marcha que exigía la renuncia del primer ministro.

Las desavenencias en la Asamblea Parlamentaria y las crisis gubernamentales son una constante en este rico emirato petrolero del golfo Pérsico, que cuenta con uno de los parlamentos más democráticos de la región.