Los jóvenes iraníes se alzan contra el Ayatola
Por segundo día consecutivo, jóvenes iraníes desafiaron una fuerte presencia policial este domingo 12 de enero de 2020 para protestar contra el gobierno por negar su responsabilidad en la tragedia del avión de pasajeros ucraniano derribado el pasado 8 de enero.
Las protestas, algunas de las cuales fueron reprimidas por las fuerzas de seguridad, abren una importante brecha en la imagen de unidad nacional que el régimen intentó dar en su enfrentamiento con Estados Unidos por el asesinato del general Qasem Soleimani.
Las manifestaciones iniciaron el sábado 11 de enero en forma de vigilias afuera de las universidades de Teherán –Sharif y Amir Kabir– por las 176 víctimas que viajaban en la aeronave Boeing 737-800, pero se transformaron en una protesta contra las autoridades de la República Islámica y el ayatola Ali Jamenei, a las que se pidió su dimisión por ocultar durante tres días la verdad.
Tras el accidente, Teherán sostuvo que el avión se precipitó por un fallo técnico. Pero la aparición de información de inteligencia y videos en las redes sociales que demostraban la hipótesis del derribo forzó el sábado 11 de enero a las autoridades a admitir que, debido a un “error humano”, se lanzó un misil contra lo que se consideró un ataque enemigo.
Ciudadanos iraníes y canadienses, así como de Ucrania, Reino Unido, Afganistán y Alemania murieron en el avión. El vuelo había partido de Teherán con destino a Kiev, la capital de Ucrania, cuando fue interceptado por un misil iraní cerca del aeropuerto Imam Khomeini.
La acción que se atribuyó el Ejército de Irán ocurrió horas después del ataque iraní contra dos bases aéreas que albergan a las fuerzas estadounidenses en Irak. Este ataque, a su vez, fue una “venganza” por el asesinato del general Soleimani por parte de Estados Unidos, en Bagdad el pasado 3 de enero.
Población indignada
Los iraníes expresaron su indignación por el ataque y las explicaciones engañosas de las autoridades ofrecidas tras la tragedia. También mostraron su dolor por las víctimas, entre ellos jóvenes que perdieron la vida y que iban a Canadá a seguir sus estudios.
“Incluso hablar de ello hace que se me acelere el corazón y me entristece”, dijo Zahra Razeghi, residente en Teherán. “Me avergüenzo cuando pienso en sus familias”.
“La negación y ocultar la verdad en los últimos tres días agravaron mucho el sufrimiento y el dolor de las familias y el mío”, añadió la mujer.
Un hombre que se identificó como Saeed comentó que medios, en su mayoría dependientes del Estado, ocultaron la causa del siniestro por “motivos políticos”.
Cientos de estudiantes se reunieron este domingo 12 de enero de 2020 en la Universidad Shahid Beheshti para recordar a las víctimas y protestar contra las autoridades por ocultar la causa del accidente, según la agencia de noticias ISNA. Más tarde se dispersaron de forma pacífica.
El embajador de Gran Bretaña en Teherán, Rob Macaire, fue detenido brevemente el sábado por autoridades iraníes mientras asistía a una vigilia por las víctimas. Macaire fue arrestado frente a la Universidad Amir Kabir por su presunta “participación en provocar actos sospechosos”.
En tanto, algunas personas, incluido el ministro de Exteriores, Mohammad Javad Zarif, expresaron su aflicción publicando imágenes negras en sus cuentas de Instagram.
Bahareh Arvin, miembro reformista del concejo municipal de Teherán, envió un mensaje en las redes sociales donde afirmó que renunciará en protesta por las mentiras y la corrupción del gobierno. Denunció que “bajo el esquema actual, no hay posibilidad de reforma”.
Artistas iraníes, entre ellos el célebre director Masoud Kimiai, se retiraron de un festival de cine internacional. Dos presentadores de la televisora estatal renunciaron en protesta por los reportajes falsos sobre la caída del avión.
El presidente Donald Trump, que expresó su apoyo a las protestas contra el Gobierno de Irán, se dirigió a las autoridades del país con un tuit: “No maten a sus manifestantes. El mundo los mira. Y más importante, Estados Unidos los mira”, escribió.
El presidente de Irán, Hasán Rohaní, prometió a Ucrania que se llegará hasta el final de las investigaciones y que los responsables serán entregados a la justicia, pero hasta ahora nadie ha dimitido.
“Me gustaría que al menos una persona hubiera renunciado en estas circunstancias”, tuiteaba Shahindokht Molaverdi, quien fue vicepresidenta para Asuntos de la Mujer en el primer mandato de Rohaní. (I)