La ciudad suiza de Lausana fue escenario de una masiva manifestación que cerró cinco días de conversaciones. Jornadas en las que jóvenes manifestantes acordaron pedir a los líderes mundiales una acción urgente para proteger el medioambiente. Pretenden que se reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero relacionadas con el calentamiento global.

Presente en Lausana, la adolescente sueca Greta Thunberg, símbolo de la lucha juvenil contra el cambio climático quiere dirigirse a Nueva York. Allí, pretende llevar sus solicitudes a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en septiembre.

Unos 2.500 jóvenes, según los cálculos de la Policía local, se unieron a la manifestación de ayer, que partió de la estación de tren en el centro de la ciudad suiza y terminó a orillas del lago Lemán, cerca de la sede del Comité Olímpico Internacional.

Durante hora y media los jóvenes atravesaron importantes avenidas de la urbe coreando lemas como “somos imparables, otro mundo es posible” y portando pancartas que, en diversos idiomas, mostraban mensajes del tipo “cambiemos el sistema, no el clima”, “es ya la hora, porque el mundo se muere” o “no hay un planeta de repuesto”.

La protesta llegó un día después de que la ONU pidió cambios en el consumo alimentario para ayudar en esa lucha.

Thunberg estuvo presente en el inicio de la manifestación, con su ya icónica pancarta de cartón en sueco “skolstrejt for klimatet” (huelga escolar por el clima), pero no intervino públicamente ni estuvo durante toda la marcha, ya que partió hacia Londres para iniciar la siguiente etapa de su ambiciosa gira mundial.

En la capital británica le espera el “Malizia II”, barco velero impulsado con energía solar y capitaneado por Pierre Casiraghi, destacado miembro de la aristocracia monegasca, con quien planea atravesar el Atlántico y arribar a Nueva York para la cumbre climática que se celebrará el 23 de septiembre en la sede de la ONU. (I)