Con 46 años, Jimmy Morales acapara los titulares de la prensa internacional como El comediante que podría obtener la presidencia de Guatemala, ya que su faceta más mediática es la de actor y productor de televisión, profesión de la que sus opositores se han colgado para atacarlo. Sin embargo, este escritor que  tiene una licenciatura en administración de empresas por la Universidad de San Carlos, paradójicamente, ha demostrado que la política no es ninguna comedia.

Impulsado por el Frente de Convergencia Nacional (FCN), su discurso se centra en salud, educación, el establecimiento de las bases que permitan el crecimiento de las empresas -generando empleo- pero sobre todo en erradicar la corrupción para dejar atrás la crisis política por la que atraviesa su país, tras develarse el escándalo en las aduanas La Línea, que le costó la semana pasada el cargo a Otto Pérez Molina y, en días atrás, a la vicepresidenta Roxana Baldetti.

En una entrevista telefónica concedida el pasado fin de semana a Diario EL TELÉGRAFO, Morales, quien emprende desde ya la campaña para la segunda vuelta electoral, en la que el próximo 25 de octubre se enfrentaría al magnate Manuel Baldizón, o a la exprimera dama, Sandra Torres, detalla a breves rasgos sus objetivos políticos.

Tras el escándalo de La Línea, ¿qué se siente participar en los comicios presidenciales?

Los hechos del pasado jueves -destitución de Pérez Molina- me dejaron sentimientos encontrados; por una parte la vergüenza de que los jefes de Estado -tanto el presidente como la vicepresidenta- estén involucrados en un caso de corrupción, pero al mismo tiempo la satisfacción de ver que por primera vez los políticos, sin importar su cargo o jerarquía, son juzgados y procesados, ya que nadie está por encima de la ley.

La responsabilidad de esta postulación es alta, siento un peso muy grande en mis hombros por la esperanza de los hombres que me han elegido y que han vuelto a creer en la política (en Guatemala la abstinencia electoral es alta).

¿Qué lo motiva a involucrarse en la política de su país?

A diario recibo mensajes en los que dicen: “Hemos vuelto a creer, pero no nos vaya a fallar. Confiamos en vos, pero por favor no nos falles. Nunca había votado por alguien, pero ahora no nos vaya a fallar". Se podrán imaginar la responsabilidad que esto conlleva... hay mucho sentimiento en esas palabras, pero también un mensaje claro y es que los guatemaltecos tienen urgencia de que las cosas cambien.

Fue precisamente ese malestar de la población lo que me impulsó. Yo soy un ciudadano común, empresario, artista, docente universitario, que al igual que la población, está cansado de esa clase corrupta que con total impunidad ha dejado en ruinas las arcas nacionales y ha llevado al país al borde del abismo.

¿Cuánto tiempo lleva en la política?

En 2011 inicié mi carrera política como candidato a alcalde en el municipio de Mixco, departamento de Guatemala, y aunque no gané me sirvió como palestra pública y vi la aceptación de la gente porque le hablé sin demagogia, sin mentiras, como a la gente le gusta.

Hoy, bendito sea Dios, estamos en una posición envidiable para muchos, coyuntural para otros, comercial para algunos, pero para el pueblo -que es lo que nos interesa- estamos en una posición de servicio por el bienestar común.

¿Es cierto que no posee un plan de trabajo?

En 2012 más de 100 profesionales efectuaron el Plan Nacional de Desarrollo K’atun: Nuestra Guatemala 2032, planteado por Otto Pérez. Este proyecto de desarrollo comprende el periodo de 20 años e incluye áreas como Guatemala urbana y rural, bienestar para la gente, riqueza para todas y todos, recursos naturales para hoy y para el futuro y el Estado garante de los derechos humanos y conductor del desarrollo, por lo que creo que es erróneo que los partidos políticos presentemos un plan de trabajo personal, pues ya existe este proyecto que, supuestamente, fue creado para tener una visión clara del progreso del país.

Lo que básicamente hemos planteado es la ejecución de este proyecto para estos 4 años de gobierno, enfocándonos en programas especiales para reforzar las áreas de desnutrición, a través de una política de Estado. El sistema de salud está colapsado y debe garantizar, por lo menos, medicina básica en los hospitales y una política de continuidad en el sistema educativo, además del desarrollo de las micro y macro empresas, a través de créditos.

Luego de la crisis expuesta a nivel internacional, ¿qué pasará con el plan de ayuda de $ 1.000 millones de Estados Unidos?

Después de lo ocurrido, después de este trago amargo por corrupción, creo que a Estados Unidos le conviene mucho que una persona honorable, con total confiabilidad, esté al frente de la administración pública en Guatemala. Asimismo, la comunidad internacional debe de ver una postulación como la mía con positivismo, ya que he demostrado mis capacidades académicas a través de mi carrera empresarial en ascenso a lo largo de estos 25 años.

¿Un comediante podría ser presidente?

Poseo las capacidades académicas para hacer un buen trabajo, no soy la comedia perfecta, frase que mis adversarios políticos han usado para atacarme.

Yo tengo una licenciatura en Administración de Empresas por la Universidad de San Carlos de Guatemala, además una maestría en Ciencias Económicas y un doctorado.

¿Considera que el ser comediante lo ha afectado?

No, al contrario, creo que esto me ha catapultado. Ser comediante es de lo único que se pueden valer mis adversarios para competir, ya que en sus listas tienen casos de investigación por corrupción, algo que yo no tengo.

Los guatemaltecos conocen mi trabajo porque he tenido la oportunidad de formar a varias generaciones de profesionales en distintas facultades, ya que también soy catedrático.

A lo largo de 25 años he desarrollado una carrera empresarial impecable; vengo desde la venta de plátano, zapatos, plásticos en la terminal hasta la producción y exportación de materiales audiovisuales que han dejado en alto el nombre del país, ya que hemos obtenido premios internacionales. Tengo una profesión de comediante que es digna, como cualquier otra, y que además ha ofrecido entretenimiento. Es decir, yo he demostrado que no solo soy un buen administrador sino que también soy un hombre con visión y que con el apoyo de la gente adecuada he podido progresar.

¿Qué herramientas posee para luchar en esta contienda?

Repito, esta es una responsabilidad grande, pero estoy seguro de que poseo los conocimientos académicos necesarios para desempeñar un buen papel. Estoy convencido de que lucharé y también de que no estaré solo.

He intentado formar un gran equipo de trabajo, hasta anoche (el viernes de la semana pasada) tuve una reunión con los 700 mejores profesionales del país y de a poco se van sumando personas que pueden hacer la diferencia para quitar esa etiqueta a la gente de que la política es sucia y mala, porque los malos son los hombres y las mujeres que usan la política para su servicio y no para la comunidad.

¿En su gobierno se podrá realizar la tan aclamada reforma electoral?

Ese es el clamor popular y yo estaría dispuesto a impulsarla. Tenemos que reconocer que esto no le corresponde al poder Ejecutivo sino al Legislativo, y para que esto se dé tiene que estar respaldado por el Congreso, así que yo, con todo el poder que pueda desempeñar desde el Ejecutivo, apoyaré el impulso por la creación de esta ley y de otras que sean necesarias para mejorar el sistema político de Guatemala.

Bajo el eslogan de campaña Ni corrupto ni ladrón, Morales apuesta por la conquista del voto de los guatemaltecos. Aclara que no ofrece lo que no puede cumplir: “No puedo cambiar la vida de Guatemala, pero trataré de convencer a los guatemaltecos de que cada quien debe hacer lo que le corresponda para mejorar”, asimismo, invita a los ecuatorianos a ver este cambio. (I)